El presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), Federico Gutiérrez-Solana, afirmó hoy que "sólo el 15 por ciento de los estudiantes españoles que tienen un Doctorado trabaja en empresas privadas, frente al 40 por ciento de los doctorados de los países europeos más avanzados" que ejercen en este sector.

Según explicó en rueda de prensa el presidente de la CRUE, esta diferencia porcentual se debe a que el título de Doctorado es "más apreciado" en otros países europeos que en España y a que aquéllos "han visto antes y mejor la conexión tan importante que existe entre universidad y empresa y en la imprescindible transferencia de conocimientos que debe existir entre una y otra".

Por ello, Gutiérrez-Solana insistió en la importancia de potenciar los estudios de Doctorado para conseguir un "desarrollo sostenible" de la sociedad y un "grado de competitividad importante", aspectos que, indicó, no serán posible hasta que estos estudios post-universitarios no sean "apreciados por el tejido productivo en particular y la sociedad en general".

Ésta ha sido una de las conclusiones extraídas del encuentro de rectores españoles y europeos que desde ayer se celebra en la Universidad de Sevilla (US) y que hoy fueron presentaron públicamente por Gutiérrez-Solana, el presidente de la Asociación de la Universidad Europea (EUA), Jean-Marc Rapp, y el rector de la Hispalense, Joaquín Luque, pero no fue la única.

Aparte de reseñar la necesidad existente de potenciar la comunicación entre Universidad y Sociedad, los más de 150 asistentes al encuentro coincidieron también en destacar el "elevado compromiso" de las universidades europeas en la implantación de la nueva estructura universitaria surgida de la adaptación al nuevo Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).

De hecho, el presidente de la EUA afirmó que "lo más llamativo" de todo este proceso de adaptación al EEES ha sido que el 95 por ciento de las universidades europeas —porcentaje en el que se incluye la propia Universidad de Sevilla con el cien por cien de titulaciones adaptadas a Bolonia— ya han implantado la nueva estructura de Grado-Máster-Doctorado.

Al respecto, el rector de la US explicó que el proceso de adaptación al EEES "no sólo tiene que ver con lo académico, sino con la construcción de Europa en general" y en ese sentido apostó por, una vez conseguida la implantación de los Grados, Másteres y Doctorados, "mirar hacia adelante, sacarle el mayor partido y beneficio a los mismos, así como las mayores potencialidades".

En esta línea, Rapp añadió que el "espíritu de Bolonia no es la imposición de un modelo único a todas las universidades, sino la conversión de conocimientos, de modelos y de fórmulas para que cada universidad y cada alumno consiga lo mejor".

Ley de la ciencia

Todos estos temas están muy relacionados también, según reconoció el propio presidente de la CRUE, con la futura Ley de la Ciencia que prevé, entre otros aspectos, la eliminación del sistema de becas del sistema público de investigación y el establecimiento de un contrato temporal desde la fase formativa previa al Doctorado con todos los derechos, entre ellos el derecho al paro o a la baja por maternidad.

"El salto de becario a contratado ha sido apoyado totalmente por la CRUE", reconoció Gutiérrez-Solana, quien además adelantó que tanto la futura Ley de la Ciencia, como el Decreto de Doctorado —aún en fase de borrador— y el Estatuto del Profesorado Universitario tendrán que "estar relacionados de manera imprescindible en este sentido".

"Ya sabemos dónde estamos y hacia dónde tenemos que ir. Lo importante es que estemos todos convencidos, incluida la Administración pública, porque esto es una necesidad social", concluyó.