Así se pronunció Silva minutos después de rubricar el acuerdo, al asegurar que permitirá "amoldar el servicio a las exigencias actuales para garantizar los criterios de trazabilidad y cadena de custodia que exige el procedimiento judicial, los requisitos científicos técnicos forenses y las normas vigentes sobre el traslado de cadáveres".

Se trata de un protocolo que "reconoce la antigüedad del servicio que prestamos, es indefinido y no supondrá costo económico para los familiares o allegados ni para el Ejecutivo aragonés", destacó Ernesto Millán.

A este respecto, Rogelio Silva dijo que "estamos en un momento importante porque este acuerdo consolida y reconoce la actividad que ya llevaba a cabo la Hermandad". Y es que la Sangre de Cristo realiza desde el siglo XIII los servicios relativos a la recogida y traslado de cadáveres sujetos a actuaciones judiciales, en los supuestos de muerte violenta o sospechosa criminalidad, en la capital aragonesa.

Entre los principales cambios que introduce el acuerdo, Silva señaló la adaptación a la normativa actual acerca del transporte de cadáveres y de las técnicas forenses, así como "modificaciones procedimentales y en medios personales y materiales".

En concreto, se establece que el cuerpo inerte se traslade al Instituto de Medicina Legal de Aragón en Zaragoza para la realización de la investigación forense necesaria. Este transporte se realizará con la garantía y adecuación a los aspectos de trazabilidad y cadena de custodia vigentes.

Además, el protocolo recoge una descripción del servicio y condiciones para su desarrollo, así como del vehículo funerario y los requisitos de quienes realizan el servicio. Para la adecuada coordinación y funcionamiento de este protocolo se creará una comisión de seguimiento integrada por representantes del Gobierno de Aragón y de la propia Hermandad de la Sangre de Cristo.