Unas cuatrocientas personas esperaron a los monarcas a la entrada del edificio en el que aguardaban ya los 446 invitados por el Ayuntamiento que había acreditado a un centenar de periodistas. Llegaron a la Llotja desde el aeropuerto Lleida Alguaire, inaugurado en enero.

Acompañados del presidente de la Generalitat, José Montilla, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, el delegado del Gobierno en Catalunya, Joan Rangel, el embajador de los Países Bajos, Wulfften Palthe y del alcalde, los Reyes recorrieron el palacio mientras la arquitecta holandesa Francine Houben, les enseñó la maqueta.

El alcalde explicó a los monarcas que el edificio, además de palacio de congresos, es un espacio que permite la representación de obras escénicas de gran formato como óperas o musicales además de escenario de festivales cinematográficos.

Al acto no asistió ningún representante de ERC, que a principios de mes calificó la inauguración de anacrónica, cara y de poca utilidad. Como es habitual en las visitas de representantes de la Corona, la CUP protagonizó una concentración de protesta, en esta ocasión ante la Subdelegación del Gobierno, en la que participaron unas veinte personas.