La mujer asesinada no logró testigos para demostrar que su ex marido la amenazaba

Julia Madruga Benítez, la vecina de Lepe (Huelva) asesinada el jueves por su ex marido, no consiguió testigos de las amenazas de muerte que sufría, de forma que el proceso judicial que seguía contra el presunto agresor quedó sobreseído.

Así lo ha explicado Ana María López, compañera de trabajo de la fallecida en el Teléfono de la Esperanza, que ha señalado que Julia Madruga había llevado a juicio a su ex marido al ser consciente de las amenazas de muerte que le había proferido: "Estas amenazas de muerte a ella le habían llegado, pero las personas ante las que él había manifestado su intención de matarla, cuando se celebró el segundo juicio no quisieron testificar".

De esta forma pudo llevarlo a juicio por "romperle la cara", según fuentes familiares, el pasado agosto, pero no fue capaz de probar ante un juez la intención de su ex marido de asesinarla, como efectivamente ocurrió.

Sobre la mujer asesinada, ha indicado que "era alguien absolutamente luminosa y positiva, alegre y capaz de transmitir y ayudar todo lo que ha transmitido y ayudado, amiga de sus amigos, compañera", a la vez que ha lamentado que "tenía miedo porque su ex marido ya la había agredido".

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Divorciadas de Lepe, Josefina Sánchez, ha asegurado que "aunque no se sepa" muchas mujeres pueden pasar por esta situación, "y por suerte se atreven a denunciar antes y acuden" a ellas.

Ha hecho además un llamamiento a los agresores a mujeres, para que piensen "qué les pasa por sus mentes para quitarle la vida a una mujer que le amó, porque no entiendo que un hombre sea capaz de llegar a este punto si realmente la ha querido".

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