Los pescadores cántabros propondrán el próximo lunes, 22 de marzo, que no se salga a faenar anchoa hasta el 5 de abril, debido a que los bocartes pescados estos días son "pequeños" y los precios bajos.

Así lo plantearán en la reunión de la Interfederativa de Cofradías del Cantábrico-Noroeste que se celebrará, a partir de las 10 horas, en la sede de la Federación de Santander.

En declaraciones a Europa Press, el vicepresidente de la Federación de Cofradías de Cantabria, Pablo Villasante, explicó que antes del cierre de esta pesquería (que se acordó en julio de 2005) la "verdadera costera" se iniciaba a mediados del mes de abril, cuando se capturaban ejemplares "de calidad".

Cinco años después, añadió, los pescadores siguen pensando que este fenómeno se repetirá en las mismas fechas, dentro de aproximadamente un mes, cuando esperan pescar bocartes de mayor tamaño.

Por ello apostarán por no pescar hasta iniciado el mes de abril, para "no matar" la cuota asignada, que es "muy pequeñita", de 5.500 toneladas. "Hay tiempo más que suficiente para esperar a una costera más productiva que la que hay ahora", apostilló Villasante.

Pero, de no salir adelante la propuesta cántabra, los pescadores de la región defenderán lo aprobado en junio de 2009 en Gijón. En este sentido, el vicepresidente de la Federación recordó que entonces se abogó por mantener, para bocartes de hasta 38 granos, una cuota de 900 kilos por hombre embarcado y día hasta un máximo de 15.000 kilos a la semana (y de 5.000 kg al día por barco).

Para ejemplares de entre 38 y 50 granos —con un margen de tolerancia del 10%— se aprobó un máximo de 2.000 kg diarios por embarcación y 5.000 kg a la semana, también por buque.

Villasante indicó al respecto que los bocartes que se están pescando ahora "sólo valen" para su consumo como pescado fresco, mientras que los ejemplares de mayor tamaño se utilizan para conservas. 15.000

Kilos a una media de 3-4 EUROS

Respecto a las capturas logradas por los pescadores cántabros en la madrugada del miércoles al jueves, Villasante precisó que se pescaron cerca de 15.000 kilos de más de 40 granos.

Se vendieron en la lonja a una media de 3-4 euros el kilo, cinco veces por debajo del precio que alcanzaron "las últimas anchoas" antes del cierre del caladero, que costaban de media 25 euros el kilo. No obstante, aclaró que se trataban de ejemplares "de gran calidad", de unos 27-28 granos.