Los consumidores catalanes presentaron un número récord de reclamaciones en 2009. La crisis disparó las quejas un 41%, hasta las 15.088, básicamente por telefonía, aerolíneas y luz (en este último caso, se triplicaron).

"El impacto económico hace que los usuarios miren más las facturas y los gastos y reclamen más. Esto no quiere decir que las empresas cometan más infracciones", ha argumentado el director de la Agència Catalana del Consum, Jordi Anguera, que localiza más causas. "La gente conoce cada vez más sus derechos y la Agència ha ganado visiblidad", ha afirmado.

Telefonía e Internet suman el 33% de las reclamaciones por cambios de operador, líneas de ADSL, cobro de servicios no pedidos, mensajes a números más caros, etc. Han pasado de 3.100 a 5.000 en sólo un año.

Le siguen los transportes (17%), básicamente aerolíneas (ninguna está adherida a la Junta Arbitral): retraso en los vuelos, deterioro o extravío de maletas o cancelaciones se llevan la palma. Las quejas por gas y luz (9%) se triplicaron al liberalizar el mercado eléctrico y al pasar los recibos a ser mensuales (y no bimestrales).

De las cinco compañías con más reclamaciones, tres son telefónicas (Orange, Telefónica y Vodafone). Consum lo ve normal, dado el volumen de clientes, aunque espera que mejoren su atención al cliente. Las otras dos son Endesa y Ryanair. Consum realizó en 2009 18.516 inspecciones, retiró 159.986 productos (sobre todo juguetes) y resolvió 938 expedientes con una multa de 2,4 millones de euros.