Los constructores pidieron que las administraciones les abonen el 80 por ciento de las cantidades que les deben por la realización de trabajos durante los últimos años, así como que se liciten las obras previstas a lo largo de este año, que temen que "hará bueno" a 2009, como medidas más inmediatas para "remediar" la mala situación por la que pasa el sector, ya que en los próximo meses podría acentuar el cierre de empresas.

Así lo manifestó hoy el presidente de la Asociación de Constructores de Baleares, Sebastián Pastor, en un encuentro que mantuvo con los medios de comunicación pocas horas antes de la celebración de la Asamblea General de esta entidad, al que también asistieron el director general de la misma, Manuel Gómez, así como los vicepresidentes primero y segundo, Antonio Beltrán y Carlos Sintes, respectivamente, quienes detallaron la situación adversa por la que pasa el sector, cuya facturación descendió un 29,8% en 2009.

Además de que se realicen la mayor parte de los pagos, los constructores reclamaron también "una lucha más intensa contra la economía irregular", así como que se habiliten medidas para que las empresas puedan acceder al capital circulante, como medidas tendentes a proteger la subsistencia de un sector que el año pasado se vio beneficiado por el Plan E, que este año destina poco más de 100 millones a obras en Baleares, y que aún "confía" en el impacto del Plan Renove Turismo "a partir de septiembre", por lo que se enfrenta a meses de baja actividad.

Y, aunque no pudieron determinar el montante total de la deuda que las diferentes administraciones tienen contraída con las constructoras, el presidente de la patronal detalló que, según un reciente sondeo respondido por 17 empresas del gremio, suma 66 millones de euros, de los que 36 millones corresponden a ayuntamientos de las islas. Un montante que cabe extrapolar a las 700 compañías asociadas a este órgano, aunque Pastor precisó que no todas han realizado trabajos para el sector público.

Así las cosas, Manuel Gómez consideró que "hemos tocado fondo y ahora estamos excavando", ya que "los datos que prevemos para el primer semestre de 2010 son peores que los del primer semestre de 2009" y, de hecho, afirmó que desde las empresa "dudamos" alcanzar la facturación del pasado ejercicio, que se situó en los 1.700 millones de euros, frente a los 3.016 millones de euros que alcanzó en 2006. En ese año, el sector contaba con 65.780 trabajadores, ahora con 52.374 empleados, con una caída del -17,06%, que se suma al descenso del -8,99% experimentado en 2008.

Sobre la actividad desarrollada durante 2009, que supuso la facturación global de 862,08 millones de euros —frente a los 1.228 millones de 2008— Gómez destacó que el segmento turístico es el "único" que experimentó una evolución positiva, después de años de mantenerse en caída, con un repunte del 6,26 por ciento y 68,85 millones de euros. Sin embargo, el área de vivienda y reformas con proyecto descendió un -37,11%, con un total de 560 millones de euros. Y la no residencial lo hizo un -14,5%, con 233 millones de euros.

Más caída en mallorca

Por islas, la actividad descendió de forma más acusada en Mallorca, con un -34,58%, especialmente en el área de vivienda (-42,5%), seguida de no residencial (-21,61%), aunque repuntó un 35,14% en turismo. En total, las empresas facturaron 637,69 millones de euros, frente a los 974,77 millones de 2008. El índice de descenso fue similar en Menorca, con un -33,29%, y descenso en todos los segmentos. Mientras que Eivissa y Formentera tuvieron un mejor comportamiento durante 2009.

Concretamente, en las Pitiusas la construcción creció un 7,06%, con 147 millones de euros facturados, principalmente en el área de viviendas y reformas (107 millones), que creció un 5,49% respecto al ejercicio anterior; mientras que el área de no residencial también repuntó un 44,22%, con 33,2 millones facturados. Por contra, la de turismo descendió un -47,87%, con sólo 6,61 millones de euros dedicados a este tipo de proyectos, a pesar del Plan Renove Turismo.

Precariedad política

Por otra parte, el presidente de los constructores de Baleares aprovechó para expresar la preocupación del gremio por la "precariedad" y la "inactividad" política que se da actualmente en Baleares, por lo que pidió un "esfuerzo" a los partidos para aportar estabilidad a la gestión de las administraciones durante los 7 a 8 meses "en que se pueden tomar decisiones" antes de que comience el próximo periodo electoral.

También quiso transmitir Sebastián Pastor la "repulsa contundente" de los empresarios a las manifestaciones realizadas desde distintos sectores sobre que "aprovechamos para despedir trabajadores"; a lo que agregó que la situación del sector pasa por en momento en que la "confianza empresarial se encuentra a niveles muy bajos" y, por ese motivo, "nos tenemos que imaginar situaciones y soluciones", así como limitar los gastos de las compañías para afrontar la crisis.

No espantar a inversores

En ese sentido, pidió a las administraciones que adopten medidas para reestructurar las empresas, que den facilidades para dar formar a trabajadores de la construcción de manera que puedan cambiar de actividad. Que se aporte "seguridad jurídica a los inversores y no espantarlos, como hacemos ahora". Y que se retrase la aplicación del incremento en dos puntos del IVA, así como que se considere la posibilidad de aplicar el IVA superreducido (4%) a determinadas reformas.

Finalmente, entre los pocos aspectos positivos del descenso de actividad que viene registrando la construcción desde el estallido de la 'burbuja inmobiliaria' y el retroceso en la actividad que ha conllevado, se encuentra el descenso en la accidentalidad laboral, que, de un año para otro se acerca a la mitad, al pasar de los 6.288 registrados en 2008 a los 3.698 del pasado ejercicio, entre los que sólo se encuentran dos mortales y 39 graves o muy graves.