Feijóo dice que "seguirá trabajando" pese a las críticas de PSOE y BNG porque es "libre" de aplicar su programa

La primera sesión, marcada por la crisis, las cajas y la lengua, se cierra con ofrecimientos cruzados de pacto pero sin avances concretos

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, proclamó hoy que "seguirá trabajando por Galicia" pese a las críticas recibidas por parte de PSdeG y BNG porque es "libre" para aplicar el programa electoral que la mayoría de los gallegos avaló en las urnas en marzo de 2009 y que, recalcó, está "cumpliendo".

"Somos libres para aplicar el programa electoral y sólo nos debemos a los intereses generales", avisó el máximo mandatario gallego en el turno de cierre de la primera sesión del Debate sobre el Estado de la Autonomía, antes de reiterar su intención de continuar la hoja de ruta que marca su "contrato" con Galicia para alcanzar una comunidad "culta, preparada y austera".

En este sentido, incidió en que el PP tiene la "libertad" al frente de la Xunta para hacer "lo que el PSdeG quiso y no pudo" al gobernar en coalición con el BNG. "Yo soy libre para decir que no estoy de acuerdo con ningún sistema de imposición lingüística, por eso no estamos crispados, sino al contrario", agregó Núñez Feijóo.

Tras las intervenciones de los portavoces de la oposición, Manuel Vázquez (PSdeG) y Carlos Aymerich, que cuestionaron la gestión de Núñez Feijóo en materia de economía y servicios sociales, el máximo mandatario gallego se ratificó en la "verdad" de sus cifras y lamentó que la oposición intente dañarle políticamente acusándole de privatizar servicios públicos "a sabiendas de que es mentira".

En cuanto a la mano tendida de Vázquez para llegar a acuerdos en materia económica, Núñez Feijóo aseguró que todo ofrecimiento de pacto para hacer frente a la crisis o aportaciones al plan estratégico que anunció esta mañana tendrá "una respuesta razonable y constructiva", pero no precisó nada más al respecto.

Propuestas de pactos

Precisamente, el ofrecimiento de pactos y las manos tendidas de los tres grupos en diversos asuntos —materia económica, cajas y lengua, entre otros— marcaron la primera jornada del primer debate sobre política general de la VIII legislatura, que se cerró sin avances concretos.

La lengua constituye un buen ejemplo ya que, pese a que tanto el presidente como los grupos de la oposición se mostraron partidarios de retomar el "consenso" en esta cuestión, la jornada se caracterizó por un cruce continuo de acusaciones y concluyó con Núñez Feijóo acusando a Manuel Vázquez "de no querer el equilibrio lingüístico, sino la inmersión".

Después de poner propuestas frente a la crisis sobre la mesa a primera hora —con medidas fiscales en materia de vivienda y un plan estratégico con horizonte 2010-2014, aunque no lo detalló—, Feijóo recuperó el debate abierto sobre el futuro de Caixa Galicia y Caixanova, anunciando que su próxima carta sobre la Ley de Cajas de Galicia será para el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, para intentar dividir a la oposición y aislar al PSdeG.

No en vano, proclamó que la oposición del BNG fue "más útil" que la de los socialistas y prometió "lealtad" a los nacionalistas, al tiempo que arremetió con dureza contra el PSdeG, a quien, durante el turno de cierre criticó por tachar de "falsa" la auditoría que avala la "solvencia" de una fusión entre ambas entidades de ahorro.

"¿Es capaz de decir que es falsa sin conocerla?", se preguntó el máximo mandatario gallego, para concluir que, con independencia de lo que haga el PSdeG, él seguirá trabajando "en serio" en relación con el ahorro gallego, "que es lo que hay que hacer".CRISIS,

Gallego y cajas

La primera sesión del debate, marcada por la crisis, la lengua y el futuro de las cajas, fue seguida, por la mañana, desde la tribuna de invitados, por numerosos asesores, altos cargos y delegados territoriales de la Xunta, así como el delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro.

También acudieron el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán; la presidenta de la Autoridad Portuaria de Vigo, Corina Porro; el alcalde de Lalín, Xosé Crespo; el presidente del PP de Lugo, Xosé Manuel Barreiro; y los portavoces del PP en Santiago, Gerardo Conde Roa, y en Pontevedra, Telmo Martín.

Por la tarde, se sumaron los presidentes de las Diputaciones*de Ourense, José Luis Baltar Pumar, y de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro, así como los alcaldes de Lugo, Xosé Clemente López Orozco; Ourense, Francisco Rodríguez; y Ferrol, Vicente Irisarri, entre otros.

Las tres intervenciones del presidente provocaron distintas reacciones en el grupo que lo apoya, que aplaudió con intensidad sus referencias a la política lingüística, a la eliminación de la gratuidad total de los libros de texto y, sobre todo, su ofrecimiento de un pacto para "rejuvenecer" Galicia, en su discurso de la mañana, y en las bancadas de PSdeG y BNG, de donde salieron numerosos reproches a lo largo de toda la jornada.

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