Dado que muchas veces son zonas aisladas del resto de la casa nos permiten más libertad de movimientos decorativos. Las decoraciones más clásicas tal vez sean las que menos cuadren, pero las rústicas, minimalistas, modernas, coloniales... tienen perfectamente cabida. Es un lugar perfecto para dar rienda suelta a nuestra creatividad.

A la hora de decorarlo la madera es un clásico en estas estancias, ya que dan un aire cálido e íntimo. Algo especialmente apropiado en dormitorios. De hecho muchas cuentan con vigas de madera de serie. De ser así, procura planear una decoración que las conserve.

En cualquier caso hay que cuidar especialmente la iluminación. Sus techos bajos y desnivelados a veces restan luz. En otras ocasiones hay ventanales que inundan todo con luz natural. Sea cual sea el caso, debido a sus particularidades estructurales, es un buen sitio para jugar con la iluminación de suelo e indirecta en lugar de con la iluminación de techo.

Y si las lámparas de techo no suelen ser la mejor opción de iluminación, también es frecuente tener que prescindir de las cortinas y optar por estores o persianas que filtren la luz.

El mayor inconveniente que suelen plantear es, sobre todo si el espacio es reducido o el techo demasiado bajo, que resulten un tanto agobiantes visualmente.

En ese caso, para dar mayor sensación de amplitud, ayuda que todo (techo, paredes y vigas, incluso el suelo) tenga un color uniforme y luminoso: blanco o claro. Y evitar el exceso de muebles que lo saturarían aún más.

De hecho amueblar es en ocasiones otro problema debido a las vigas y techos que bajan, que en ocasiones no queda más remedio que solucionar encargando muebles a medida o haciéndolos en pladur.

Por último, cualquier estancia abuhardillada tiene unas peculiaridades que hay que tener en cuenta.