Los hechos sucedieron en junio de 2008, cuando el acusado abordó en la calle a la víctima, a quien empujó, y arrinconó contra la pared mientras le cogía del cuello y, con un objeto punzante, le exigió que le entregara dinero.

El agredido opuso resistencia, y como consecuencia de ello sufrió lesiones en el brazo y la mano. Pero esa oposición hizo que el condenado desistiera de sus intenciones y no pudiera robarle el dinero.

Por estos hechos se le condena a tres años de prisión, así como a indemnizar al hombre al que intentó robar con 1.410 euros, en una sentencia que confirma una anterior de un Juzgado de lo Penal de Santander.

Ante el juez de Instrucción, el agredido relató que conocía al acusado de antelación, de haberle llevado en alguna ocasión a comprar droga o de haberle prestado dinero, y que este ataque se produjo precisamente por su negativa a continuar prestándoselo.