Las conclusiones preliminares de la autopsia practicada al cuerpo del etarra Jon Anza, hallado la semana pasada en una morgue de Toulouse (Francia), descartan la existencia de "lesiones traumáticas" externas ni hemorragias internas y apunta a un fallo "poli visceral neumo cardio pulmonar" como causa última de su muerte.

La fiscal del Tribunal de Bayona Anne Kanayakis informó este lunes de los primeros datos de la autopsia practicada en el Instituto de Medicina Legal de Toulouse, cuyas conclusiones definitivas se darán a conocer a finales de esta semana o principios de la próxima. Kanayakis señaló que el estado de salud de Anza cuando fue hallado, 11 días después de su desaparición, en Toulouse "estaba muy deteriorado", y recordó que padecía una grave enfermedad.

La autopsia ha sido realizada por el director del Instituto de Medicina Legal de Toulouse y por el segundo responsable de este centro. La fiscal dijo que aún quedan pruebas toxicológicas que practicar, al tiempo que explicó que no se ha permitido la presencia de un médico de confianza, como pidió la familia del etarra. No obstante, los familiares podrán hacer las comprobaciones que crean oportunas cuando se les entregue el cuerpo, lo que puede ocurrir "cualquier día de estos", según la fiscal.

Guardias civiles en Toulouse

Kanayakis confirmó también que se ha constatado la presencia de dos guardias civiles en un hotel de Toulouse el 20 de mayo de 2009, pero afirmó que no se puede establecer una relación directa con la desaparición de Anza, que había sido encontrado 20 días antes en una calle de esta localidad, ya que es "conocida" la presencia de agentes de la Benemérita en el sur de Francia en tareas antiterroristas.

La fiscal se refirió así a una información publicada este lunes por El Mundo, que indicaba que dos guardias civiles abandonaron precipitadamente un hotel de Toulouse el 18 de mayo, día en el que la familia de Anza denunció su desaparición, y se dejaron olvidadas dos armas. Según la fiscal, la presencia de los guardias civiles se ha comprobado el 20 de mayo, y no el 18, es decir, 20 días después de que Anza apareciera inconsciente en el Boulevard de Estrasburgo.

La fiscal avanzó que pondrá la investigación en manos de un juez instructor e insistió en que el dispositivo de búsqueda de Anza no funcionó correctamente. Además, sostuvo que aún no se conoce nada sobre lo ocurrido en los once días que pasaron desde la desaparición del etarra y su aparición inconsciente en una calle de Toulouse. "No ha funcionado la cadena que habría permitido la identificación del cuerpo", admitió, y aludió a las "dimensiones gigantes" del hospital en cuya morgue ha estado el cadáver de Anza.

Por su parte, representantes de la izquierda abertzale rechazaron la versión oficial sobre la desaparición y muerte de Anza y se mostraron "convencidos" de que el etarra "estuvo en manos" de las Fuerzas de Seguridad del Estado en los días previos a su fallecimiento.