Valladolid llora a su maestro

Una imagen de la capilla ardiente del escritor Miguel Delibes.
Una imagen de la capilla ardiente del escritor Miguel Delibes.
Ricardo Suárez / EFE
Una imagen de la capilla ardiente del escritor Miguel Delibes.

Cientos de vallisoletanos se acercan desde las 12 a la capilla ardiente de Miguel Delibes, instalada en el salón de recepciones del Ayuntamiento. Le quieren agradecer,  sobre todo, su amor a la tierra y su lenguaje sencillo con el que, muchos, se acercaron por primera vez a la literatura.

Ángel Sáiz.

“Desde pequeñito, en el colegio y en el instituto, nos inculcaron a Miguel Delibes como uno de los grandes genios de la literatura. Y es verdad. Gracias a él soy un gran lector por eso vengo a darle las gracias”.

Gumersindo Fernández

“Para Valladolid ha significado muchísimo. Nació aquí en 1920, se hizo periodista y dirigió El Norte de Castilla. Ha sido un novelista con una forma de escribir muy sencilla, lo que le hace más grande. Recibió todos los premios, menos el Nobel, que ya no lo podrá recibir, claro".

Juan Monedero

“Para mi ha significado bastante. Siempre recomiendo sus novelas, muy propias para las personas que dicen que no les gusta leer. Estoy seguro que muchos se han iniciado a la lectura gracias a Delibes. La ciudad pierde su gran referente cultural, un hombre al que se le ha querido mucho. A veces le ví pasear por el Campo Grande, pero nunca me atrevía a hablar con él”.

Macarena Márquez, escritora

“Le tengo como un maestro del que he aprendido muchísimo. Recuerdo una frase de él que me quedé con ella cuando yo no vivía en Valladolid. Él decía que era como los buenos árboles, que crecía donde le habían plantado. Lo resume todo como persona y como escritor. Qué casualidad, vengo de registrar una novela el mismo día de la muerte de Delibes”.

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