El comité de empresa de General Motors (GM) España acusó este miércoles a la dirección de la compañía de haber roto las negociaciones sobre la reestructuración de la planta de Figueruelas y el convenio colectivo, por lo que los sindicatos estudiarán convocar movilizaciones.

El presidente del comité de empresa de la planta zaragozana, José Juan Arcéiz, explicó GM España se ha levantado de la mesa negociadora al considerar insuficiente la congelación salarial de dos años propuesta por el comité como aportación de los empleados al plan de ahorro. Según Arcéiz, la dirección cree que esta congelación está lejos de la reducción de costes, por 25,8 millones de euros anuales, asignada a Figueruelas en el marco del plan de ahorro europeo.

Para los sindicatos, en esa cifra deben incluirse los esfuerzos que ya han hecho los trabajadores afectados por expedientes de regulación durante 2009, además de la congelación salarial de dos años, destacó Arcéiz, quien cree que la dirección no cuenta con esos esfuerzos previos.

Añadió que la empresa advirtió a los sindicatos de que a partir de ahora será la autoridad laboral la que decida sobre los dos expedientes de regulación de empleo presentados, una postura que todos los sindicatos consideran una "amenaza".

Ante esta situación, los cuatro sindicatos que aceptaron conjuntamente negociar la reestructuración y el convenio colectivo, UGT, CC OO, Acumagme y USO, se reunirán este jueves individualmente para preparar un calendario de movilizaciones que intentarán consensuar en el comité de empresa, que se reunirá el viernes.

Dirección y comité, convocados

Tras conocerse la ruptura de negociaciones, los gobiernos de España y Aragón convocaron a la dirección de GM España y los sindicatos a mantener una reunión este jueves en Zaragoza para "cerrar un acuerdo" sobre la reestructuración de la planta, la negociación del nuevo convenio y el plan de ahorro.

Los consejeros aragoneses de Economía, Alberto Larraz, y de Industria, Arturo Aliaga, mostraron su desagrado con la ruptura de las negociaciones e hicieron un llamamiento a la concordia y a alcanzar un acuerdo que necesitan todos, para lo que ambas partes tienen que flexibilizar su postura.

Larraz insistió en que si no hay acuerdo la autoridad laboral no aprobará ningún expediente de regulación de empleo planteado por la empresa, que afectan a 1.500 de los más de 7.000 empleados que tiene la factoría.