El fiscal solicita una pena de 17 años de cárcel para un hombre acusado de matar a golpes, "con gran fuerza y en repetidas ocasiones, tanto en la cabeza como en otras partes del cuerpo", a la hija de su pareja, que tenía 21 meses, en La Nucía (Alicante), el pasado 21 de mayo de 2007.

José Manuel R.P. se declaró hoy inocente en la vista por estos hechos, y afirmó que la niña se golpeó "accidentalmente" en la cabeza mientras la lavaba en la bañera.

En su escrito de acusación provisional, el fiscal pide para el procesado 17 años de prisión por un delito de asesinato. Asimismo, el acusador público solicita que indemnice a los herederos de la víctima con 180.000 euros y a la Agencia Valenciana de la Salud con 8.029 euros.

Durante el juicio, el acusado negó los hechos y aseguró que el golpe en la cabeza que causó la muerte a la niña de 21 meses se produjo de forma accidental. El procesado dijo que su pareja le dejó a la niña ese día en su domicilio en La Nucía, mientras ella se iba a trabajar.

Esa mañana, y después de que la niña se despertara, el acusado dio un baño a la menor. Así, José Manuel R.P. aseguró que mientras estaba bañando a niña en una bañera, la dejó "encima de un poyete para coger una toalla" con la que secarla. En ese momento, la niña se deslizó "hacia atrás", y al intentar evitar que cayera, el acusado le dio "más impulso", puesto que se le resbaló "de las manos", por lo que ésta se golpeó en la cabeza con un saliente.

Tras esto, el procesado indicó que la niña se quedó con los ojos "en blanco" y que la llevó al dormitorio para intentar que reaccionará, sin éxito. Después, cogió a la niña y fue a pedirle a su vecino que les llevara hasta el Hospital de La Vila Joiosa (Alicante), donde remitieron al bebé al Hospital de Alicante, centro en el que falleció por una parada cardiorespiratoria.

La menor sufrió un episodio de hipotermia el 17 de mayo de 2007, donde, según el acusado, los médicos vieron que la niña tenía unos morados por el cuerpo. Sobre éstos, el procesado apuntó que cuando su madre la trajo a casa ya los tenía, y que le dijo que se los había hecho en la guardería.

En referencia a las contusiones que presentaba la menor, el fiscal indicó que del informe forense se desprende que la niña tenía un total de 30 hematomas por su cuerpo el día que falleció. En este sentido, el procesado señaló que algunos de estos hematomas se los pudieron causar a la niña los médicos que trataron de que entrara en calor el día del episodio de hipotermia.

Por su parte, la madre de la niña fallecida, de nacionalidad rumana, y actualmente residiendo en Rumania, testificó hoy, a través de videoconferencia, que cuando estaba con el acusado pensaba que éste era "buena persona", pero que con el paso del tiempo, reflexionó sobre los hechos, y llegó a la conclusión de que era posible que hubiera "algún motivo" por el que el procesado se portaba bien con la niña delante de ella, pero que en realidad "no le gustaba".

En esta línea, la madre, sin querer acusar "a nadie", indicó que cuando fue al hospital, el día de los hechos, la niña estaba "muy mal", puesto que le había ocurrido algo que no sucede "a nadie en la calle".