Cafeterías de EE UU consienten a los clientes portar a la vista sus revólveres

  • Algunos ciudadanos aseguran llevar armas en público desde 2003.
  • En 29 estados se puede portar pistolas cargadas a la vista sin ningún tipo de autorización y en otros 13 es también legal con un permiso.
En Estados Unidos es fácil adquirir un arma. Basta con ser ciudadano del país y dejar que te tomen las huellas dactilares.
En Estados Unidos es fácil adquirir un arma. Basta con ser ciudadano del país y dejar que te tomen las huellas dactilares.
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En Estados Unidos es fácil adquirir un arma. Basta con ser ciudadano del país y dejar que te tomen las huellas dactilares.

Ya no quedan salteadores de diligencias o pieles rojas amenazadores, pero algunos estadounidenses se han vuelto a ceñir a la cintura revólveres cargados, que llevan a la vista cuando van a hacer la compra o comen en un restaurante. Uno de ellos es Mike Stollenwerk, un ex teniente coronel del ejército que ahora estudia derecho en la Universidad de Georgetown, en Washington.

"Llevo armas en público desde 2003 y sólo una vez en un restaurante me pidieron que saliera. Crucé la calle y entré en otro sin ningún problema", dijo Stollenwerk, quien vive en el norte de Virginia. El conflicto legal y político sobre el derecho a llevar armas en EE UU se ha centrado durante décadas en las restricciones para su compra y en el porte de pistolas escondidas, pero hasta ahora había pasado desapercibido que para llevarlas abiertamente existen menos cortapisas.

Los ciudadanos de 29 estados pueden portar pistolas cargadas a la vista sin ningún tipo de autorización y en otros 13 es también legal, pero con un permiso, según "opencarry.org", una página de internet cofundada por Stollenwerk.

Recientemente, grupos de individuos que están a favor de las armas han comenzado a entrar en establecimientos públicos con sus cartucheras bien visibles para afirmar ese derecho. Las tiendas tienen la prerrogativa de negar la entrada a cualquier persona que esté armada, excepto a la policía, y así lo han hecho las cadenas Peet's Coffee, Buckhorn Grill y California Pizza Kitchen.

Sin embargo la cadena Starbucks, que cuenta con 16.700 cafeterías en todo el mundo, ha dicho que permitirá la entrada a sus locales de personas con armas en los estados que lo autoricen, porque forzar a sus empleados a que pidan a alguien armado que salga podría poner en riesgo su seguridad.

Manifestación para pedir su control

Pese a la referencia a la posible peligrosidad de los que llevan armas, la decisión de Starbucks le ha ganado el elogio de Opencarry.org, que ha pedido a sus seguidores que se gasten el dinero en sus "doppio machiattos" y "frappuchinos" de caramelo. Por su declaración el gigante del café está ahora en la mira de las asociaciones que defienden el control de las armas.

Este sábado habrá una manifestación en uno de sus establecimientos en Arlington (Virginia), un lugar cercano al municipio donde Stollenwerk se pasea con su pistola al cinto. "Todo el mundo tiene el derecho de sentarse en un restaurante o una cafetería sin estar bajo la intimidación, tanto si están escondidas como si no", según la Campaña Brady para Prevenir la Violencia con Armas, que ha recogido 28.000 firmas contra Starbucks.

La organización lleva el nombre de Jim Brady, el asesor de prensa de Ronald Reagan que quedó paralítico tras ser herido durante un intento de asesinato del entonces presidente en 1981. Desde entonces Brady ha dedicado su vida a promover la restricción del acceso a las armas, pero en el último año su causa ha cosechado importantes reveses.

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