El número de empleos destruidos desde que comenzó la crisis en Galicia —las cifras de empleo tienen su punto de inflexión en el segundo trimestre de 2008— alcanzó los 75.600, una cifra que representa el 6% de la población que estaba activa antes de la recesión y es "el doble" de los puestos que se creaban en la comunidad en los años previos de expansión, unos 30.000 anuales, según los datos de un estudio presentado hoy por CC.OO.

El informe, que analiza las repercusiones de la crisis en el mercado laboral y que el sindicato pretende actualizar cada tres meses —la periodicidad de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA)—, comienza el estudio en el año 2005 para comparar los efectos de la crisis con los años de crecimiento. Entre aquel año y 2007 se crearon en Galicia 100.000 empleos netos, indicó el economista de CC.OO. Manuel Lago en una rueda de prensa.

Lago subrayó que "en un año la destrucción de empleo duplica lo que se creaba en un año de expansión", lo que anticipa, a su juicio, el "esfuerzo" que habrá que hacer para recuperar la creación de puestos de trabajo en la comunidad gallega. De hecho, sus previsiones son que tanto Galicia como España pasarán de la recesión al "estancamiento" en 2010, lo cual significa "destrucción de empleo necesariamente".

En cualquier caso, 2009 fue el primer año desde 1992 en el que "hay caída de la ocupación". Durante 16 años la población activa y con trabajo creció, pero el año pasado retrocedió a niveles inferiores a los registrados en 2006, dijo. "El empleo se pierde en todos los sectores, pero la crisis destruye empleo sobre todo en la industria", advirtió.

De este modo, argumentó que es "falsa" la idea de que se trata de una crisis del sector de la construcción. Pese a que sí está cayendo la actividad y, por tanto, el empleo en este ámbito, "la crisis es sobre todo industrial", pues se perdieron 32.700 empleos, el 15% de los que había en este sector, indicó. En este sentido, Lago destacó las caídas sufridas en el automóvil, que perdió 3.940 empleos entre 2007 y 2009; en el textil (con 4.414 menos) y en el naval (2.098 menos).

En el caso de la construcción, sin embargo, se produjo una "caída intensa" en los primeros trimestres de la crisis, pero luego fue "incluso capaz de generar empleo" por el efecto del Plan E. De este modo, contaba con 131.400 ocupados en el tercer trimestre de 2008 y cerró 2009 con 115.700.

Servicios y autónomos

Los servicios, que acumulan más del 70% de los trabajadores gallegos, son los que "más están aguantando" y en el último trimestre del año pasado había más personas trabajando en este sector que en 2007. En casi todos los subsectores se produce un incremento, salvo en el comercio, el transporte y los concesionarios y talleres, apuntó.

"El balance de la crisis es que se pierden sobre todo autónomos", resumió Lago al analizar el efecto de la recesión entre los trabajadores por cuenta propia o ajena. En cifras absolutas, aclaró, son los asalariados los que más descienden, pero en términos relativos los autónomos son los más afectados.

Recorte por la vía de los temporales

Además, Lago llamó la atención acerca de que "todo el empleo asalariado que se perdió en la crisis fue temporal", mientras que los contratos indefinidos crecieron "en plena recesión". Lo que "evidencia" esta evolución, analizó, es que existe "una enorme facilidad y flexibilidad para reducir el empleo de forma rápida y a coste cero" por parte de las empresas. Esto "pone en cuestión la necesidad de ese falso debate sobre abaratar el despido", agregó.

Las empresas ya enfrentan la crisis "reduciendo de manera drástica y brutal" los contratos temporales, afirmó. Otro de los efectos de esta tendencia es el dato "paradójico" de que, mientras se pierde empleo, se reduce la tasa de precariedad, que bajó del 35% en 2005 al 30,4% en 2008.

Por último, el representante de CC.OO. explicó que los expedientes de regulación de empleo (ERE) "casi" no se producían antes de comenzar la crisis, pero "explotaron" en 2009. Los trabajadores afectados por medidas de este tipo pasaron de 6.000 al año a 22.000, lo que representa un crecimiento del 450%. Si se analiza esta cifra conjuntamente con la evolución del número de expedientes, la conclusión es, según Lago, que aumentó el tamaño de las empresas afectadas.