Estos datos, que "multiplican por cinco" los ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) hace pocas fechas, cuando recogió un total de 4.984 quiebras de empresas que sí se declararon en concurso de acreedores durante 2009, se basan en fuentes abiertas y accesibles al público como boletines oficiales nacionales, autonómicos, provinciales y del Registro Mercantil.
Las cifras difundidas por Detectys incluyen aquellas empresas que han quebrado sin declararse en concurso de acreedores, en la mayoría de los casos, por no tener la liquidez suficiente para afrontar los gastos que supone hacerlo (servicios jurídicos y remanente para pagos a los administradores judiciales).
Estas quiebras, que no son recogidas por las estadísticas oficiales, vienen dadas o por declaraciones de insolvencia tras la denuncia de los trabajadores en un Juzgado de lo Social para poder cobrar del Fondo de Garantía Salarial, o por declaraciones de créditos incobrables por parte de las administraciones (Hacienda, Seguridad Social, Ayuntamientos, etc.).
A juicio de Detectys, sus cifras reflejan "con más exactitud" la realidad, aunque la experiencia de la corporación (especializada en investigación comercial desde 1971) dice que los datos definitivos son incluso "más elevados", ya que en muchas ocasiones los negocios sin asalariados, que representan más del 50 por ciento del entramado empresarial español, cesan en su actividad sin que esa quiebra quede reflejada en ningún documento público.
En concreto, las empresas que quebraron en los años 2007, 2008 y 2009 en la Comunitat sin declararse en concurso de acreedores aumentaron un 25,1 por ciento de 2007 a 2008 y un 54,8 por ciento de 2008 a 2009. Por provincias, Valencia fue la que más quiebras sin concurso sufrió con 1.950, le sigue Alicante con 1.422, y Castellón con tan sólo 160. En España, el incremento ascendió entre 2007 y 2008 a un 34,7 por ciento y, entre 2008 y 2009, un 21,9 por ciento.
Por otro lado, la corporación también ofreció datos sobre el perfil del moroso en la actualidad en España, basados en los últimos 2.500 informes de "localización y solvencia" realizados por esta entidad. Según estos datos, el grupo más numeroso es el formado por autónomos y empresarios, que representan el 43 por ciento de los morosos. Otro 41 por ciento está formado por personas en paro o sin actividad laboral, mientras que el restante 16 por ciento son trabajadores por cuenta ajena o funcionarios.
Según las estimaciones de la corporación, en 2010 aumentó el número de empresas y entidades financieras que demandan los servicios de los detectives privados en relación con la información sobre morosidad. En estos momentos, el volumen de trabajo de un detective en la actualidad según clientes está formado, en un 81 por ciento por entidades financieras, en un 13 por ciento por mutuas y aseguradoras, en un cinco por ciento por empresas y en un uno por ciento por abogados y particulares.
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