Se trata de un documento que explora las vías legales para fomentar la renovación gradual de su personal docente e investigador, lo que da satisfacción a una demanda creciente dentro de este colectivo y supone además una mejor adaptación del centro académico a la reforma de las titulaciones y a la necesaria oferta de nuevas opciones de especialización, dentro del marco de la convergencia europea, informó la ULL en un comunicado de prensa.

Así, el plan está pensado para el profesorado que además de acreditar 15 años de servicio a la universidad en el momento de acceder a la jubilación voluntaria, consigne igualmente 30 años de servicio cotizados y haya cumplido los 60 años de edad.

Se prevén dos modalidades: una jubilación voluntaria definitiva a los 60 años y 30 de servicios cotizados al Estado, en cuyo caso la Universidad de La Laguna abonaría a este profesorado una cantidad anual para que pueda jubilarse sin apenas merma de retribuciones, en torno al 95 por ciento. La otra modalidad es la jubilación voluntaria como emérito prejubilado, con los mismos requisitos del caso anterior, pero en este caso se mantiene cierta vinculación con el centro académico, ya que se continúa con capacidad investigadora y docente hasta un máximo de un tercio de la dedicación que corresponda a un profesor de universidad a tiempo completo, y supondría unas retribuciones del 100 por ciento. Esta última modalidad conllevaría un cambio estatutario en las figuras del profesorado de la ULL.

Para ambos casos, cada jubilación daría lugar a una nueva contratación, lo que supondría, a juicio del rector, una renovación paulatina de la plantilla docente de la Universidad de La Laguna, que se encuentra entre las de mayor edad de todo el país, con una media que ronda de los 56 a los 58 años. Doménech expresó su confianza en que el ejecutivo regional vea con buenos ojos este acuerdo que, en cualquier caso, dijo, evitaría la jubilación masiva de buena parte del profesorado dentro de unos años y serviría asimismo para ir preparando al profesorado joven que lo sustituya.

El rector añadió que el documento suscrito hoy entre universidad y sindicatos no es un texto único en el modelo universitario español, y que de hecho muchas universidades, como la Complutense de Madrid, contemplan estas dos opciones de jubilación voluntaria.

Por su parte, el presidente de la Junta de Personal Docente e Investigador (JPDI) de la institución académica, Vicente Hernández, señaló que se trata de un acuerdo muy esperado y que ofrece una "jubilación digna" para el profesorado universitario. Los sindicatos firmantes indicaron que podrían acogerse a este acuerdo hasta un total de un centenar de plazas anuales, y que abarcaría tanto al personal funcionario como al contratado.

La previsión de los firmantes es que el a cuerdo se ponga en marcha el próximo curso académico, para lo cual es necesaria la aprobación previa de los estatutos del centro docente.