Tamara Rojo, la primera bailarina del británico The Royal Ballet, la española más reconocida en el mundo de la danza, lleva la contraria al presidente Zapatero y afirma que se jubilará a los 40 años. Claro que es la edad que recogen los grandes ballets de mundo y las normativas laborales como la británica o francesa.

Exportamos bailarines de primera e importamos la presencia de algunas compañías de segunda, ¿qué ocurre?

Yo sé que los bailarines no damos muchos votos... Sigue sin haber una decisión política que haga cambiar esta situación, y es una lástima. Llevamos 20 años pidiendo que se cree una compañía nacional de prestigio internacional.

¿Queda algo de la Tamara que vimos marcharse a triunfar?

No mucho, no.

¿No es muy caro preparar a personas como usted para que las aprecien solamente en el extranjero? ¿Es una fuga de talentos?

Es una fuga de talentos absoluta. No me parece de justicia que yo esté dando lo mejor de mí en el extranjero y que el público aquí se lo vaya a perder. El público español lo está pidiendo. Cuando esto cambie, va a ser muy tarde para una gran generación de bailarines que el público español no va a conocer.

¿Los precios pueden influir? No es lo mismo gastarse 30 euros en París que en una actuación aquí.

Eso es una excusa. Todo el mundo está dispuesto a pagar muchísimo dinero para ver a su club de fútbol. Cada vez que se celebra una gala de danza en nuestro país, se venden todas las entradas. La pasión está ahí.

En su ámbito, ¿la crisis sólo les afecta cuando negocian el caché o ni eso?

No, la crisis ha afectado mucho a la danza. Hoy en día, por ejemplo, en Alemania, hay menos de la mitad de los contratos que hace 20 años. Se hacen menos producciones grandes y se asumen menos riesgos. Artísticamente la crisis ha sido terrible para nosotros.

¿Relativizas el mundo cuando lo recorres tan a menudo?

Se relativizan los patriotismos y los orgullos mal colocados. Uno se hace más comprensible con la humanidad en general.

¿Aprendes de cada lugar, o pasas tan deprisa que no encuentras tiempo?

Depende, hay sitios donde vuelvo muy a menudo. A Japón y a China voy con mucha frecuencia y por periodos largos, he llegado a conocer su sociedad y a tener amigos allí. Lo mismo me ocurre con Rusia, o con Cuba.

¿Cómo se superan las soledades cuando alguien pasa fuera tanto tiempo?

Cuidando a los amigos, a los de verdad.

¿Se jubilará a los 40 años?

Sí. Es lo que está fijado en los convenios colectivos en los grandes ballets de Europa.

Nació en Montreal en 1974, pero tiene nacionalidad española. En 2005 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.