La Diputación de Pontevedra estimó en más de 600.000 euros los daños provocados por una tromba de agua que rompió la carretera Soutelo-Cachafeiro, en el ayuntamiento de Forcarei, y que bajó en cascada a lo largo de unos ocho kilómetros por el municipio limítrofe de Cerdedo. El temporal también causó desperfectos, algunos irreparables, en cinco molinos y seis puentes sobre el río Lérez, por la acumulación de agua en el puente del vial afectado, cuya tubería no logró evacuar el caudal.

En una visita a la zona, el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, calculó que las obras de reparación del puente y los socavones en la carretera tardarán tres o cuatro meses. Mientras el vial no esté transitable, Louzán se comprometió a habilitar una ruta alternativa para acceder al lugar de Soutelo.

En cuanto a los cuatro puentes románicos afectados, el alcalde de Cerdedo, José Balseiros, comunicó los daños a la Consellería de Medio Ambiente, Transportes e Infraestructuras, y al departamento de Patrimonio de la Consellería de Cultura.

Así, los técnicos de la diputación realizarán un inventario de los daños y la brigada de obras procederá a la limpieza integral del cauce del río, que actualmente se encuentra lleno de árboles, piedras y restos de maleza.

Louzán ha solicitado también la colaboración económica de la Consellería de Medio Ambiente, Transportes e Infraestructuras, cuyo titular, Agustín Hernández, "será sensible para reparar los daños habidos en la provincia", aseguró el presidente de la Diputación de Pontevedra.

"hubo suerte"

En declaraciones a Europa Press, José Balseiros señaló que "este invierno está acabando con las infraestructuras", en alusión de los estragos provocados por los sucesivos temporales. En la playa fluvial de Cercedo no es posible todavía iniciar ninguna actuación para reparar los daños porque "hay unos dos metros de agua de más" en la zona.

No obstante, el regidor local destacó que "hubo suerte por la ausencia de daños personales" como consecuencia de la riada que sobrevino desde Forcarei.

Tras el temporal, Rafael Louzán explicó que los servicios técnicos de la diputación se encargan de supervisar el estado de los 2.000 kilómetros de la red provincial de carreteras, puesto que "posiblemente habrá que repasar y mejorar el firme para devolverlo a su estado óptimo".

Louzán destacó la "coordinación" de unos 300 efectivos, entre voluntarios y vigilantes, que durante el fin de semana trabajaron en la retirada de árboles derrumbados y en la subsanación de inundaciones en diversos viales.