Esto, según dijeron ambos sindicatos en un comunicado, se constata tras la reunión mantenida ayer entre la representación legal de los trabajadores y la compañía, "en la que ésta no admitió ninguna otra posibilidad alternativa", lamentaron.
Durante el encuentro, CCOO y UGT expusieron a la dirección de la empresa propuestas en la línea del mantenimiento del empleo, que, desde la perspectiva de abordar la coyuntura actual con elementos de flexibilidad que permitan salvar la situación actual de caída de las ventas, supongan el mantenimiento de la mayor parte de la plantilla. Estas propuestas se acompañaron con la posibilidad de un plan de prejubilaciones para personas mayores de 55 años y de bajas voluntarias incentivadas.
La dirección de la empresa recogió las propuestas con el fin de someterlas a estudio, aunque advirtió de que "sería muy difícil que los dueños de la compañía cambiaran sus planteamientos", puntualizaron. Ambas partes acordaron una nueva reunión del ERE para el próximo lunes, día 1 de marzo.
CCOO y UGT siguen sosteniendo que el planteamiento de la empresa "es desmesurado" y que "solo busca dar un paso más en un proceso de deslocalización de la producción y del acabado de las prendas, aprovechándose de la actual coyuntura general para despedir a más del 75 por ciento de su plantilla en las peores condiciones", criticaron.
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