Europa lo tiene claro: "Debe incrementarse la movilidad de los trabajadores entre empleos, así como entre regiones y Estados miembros". Así lo indica el plan de acción de movilidad laboral 2007-2010 de la UE. Tras la explosión migratoria de los años sesenta, España se ha olvidado de lo que tiene de positivo el cambio, aunque algunos movimientos de fondo indican que también este patrón se está modificando.

Sin salir del país, un 84,9% de los trabajadores, de media, desempeñan su empleo en la misma comunidad autónoma en la que nacieron, según una encuesta del Ministerio de Trabajo con datos de 2008. Los más apegados a su origen, con un nivel de permanencia cercano al 95%, son los baleares, catalanes y valencianos. Los menos, que emigran a otra comunidad en un porcentaje en torno al 30%, los extremeños, castellanoleoneses y castellanomanchegos.

Pero una cosa son los traslados ya realizados y otra la disposición a hacerlo. El portal de búsqueda de empleo Infojobs.net constata, con datos actuales de sus demandantes, que el 49% estaría dispuesto a trasladar su residencia dependiendo de las condiciones que se le ofrezcan y otro 24,5% tiene una buena predisposición a hacerlo. Sólo un 26,5% es contrario a trasladarse de residencia. En la disponibilidad para viajar crece la buena actitud general y sólo el 14% se opone.

Los datos varían enormemente entre unas provincias y otras, pero el cruce de datos entre ofertas y candidatos en Infojobs.net reflejan que, de media, el 57,38% de los aspirantes son de la misma provincia y un 42,62% de una distinta. Además, pese a lo que se pueda generalmente creer, las grandes ciudades atraen menos de lo que se podía pensar. De hecho, las ofertas en Madrid y Barcelona sólo reciben un 26,5% de candidaturas de fuera de su propio territorio.

Otro estudio, éste de Randstad y correspondiente al año 2009, insiste en la cuestión: 6 de cada 10 trabajadores estarían dispuestos a cambiar de ciudad para lograr un empleo, lo que supone un 30% más que en 2008.

Fuera de España

Todos los informes han indicado siempre que los españoles son de los menos dispuestos en la UE a cambiar de país. Un estudio de la Comisión Europea correspondiente al año 2007 indica que sólo el 0,1% de los españoles residen y trabajan en otro país comunitario.

Con datos más cercanos, correspondientes al padrón de españoles en el extranjero del INE, se puede concluir que hay 444.782 españoles residiendo en algún país miembro. De nuevo, aproximadamente el 0,1%. Y, además, el hecho de que Francia y Alemania sean los países con más españoles invita a pensar que muchos de ellos aún son emigrantes de aquellos años sesenta que permanecen en el país de destino. Lo confirma que el tercer lugar del ranking europeo, aunque fuera de la UE, lo ocupa Suiza.

El estudio de Randstad explica las causas del sedentarismo español: "La cultura y el concepto de familia, la tradición de la vivienda en propiedad, que complica el cambio, la dificultad en varios tramos de edad de cambiar de puesto de trabajo, el empleo de la pareja y la inseguridad de no conocer cuáles serán las condiciones de retorno a la ciudad base en un futuro".

Pero, como resultado de la crisis, algo podría estar cambiando. De 2008 a 2009 se ha producido una rebaja importante en las exigencias de permanencia, salarios y condiciones que los españoles ponen para irse a trabajar en el extranjero, según un estudio, en este caso firmado por Cátenon, una empresa especializada en la búsqueda global de profesionales. Los destinos preferidos serían, por este orden, el Reino Unido, Francia y Alemania.