En un comunicado, la asociación señaló que, a pesar de que los resultados muestren que es un pequeño sector de padres los que se decantan por el modelo A (castellano), la "verdadera libertad lingüística consiste precisamente en que la Administración dé repuesta a esa demanda, al igual que se haría si fuese el caso del modelo en euskera".

En su opinión, de no articular una solución para las familias que han solicitado el castellano como lengua vehicular, el Gobierno de Patxi López "traicionaría el compromiso tomado respecto a la libertad lingüística".

Por ello, manifestó que la Administración vasca debe trabajar en la línea de buscar soluciones basadas en la oferta de aulas en castellano en los municipios donde más demanda haya, o en el transporte hasta esas aulas de los alumnos solicitantes del modelo en castellano.

"La evidencia es que la libertad lingüística será tal sólo si en septiembre esos alumnos empiezan a recibir sus clases en castellano, y de no ser así, habrá que replantearse el alcance del cambio en el País Vasco, porque seguirá siendo imposible estudiar en castellano", concluyó.