Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Castellón han imputado un presunto delito de receptación de 1.340 kilos de cobre a un vecino de Benicàssim durante una inspección realizada en una nave industrial, según informó el Instituto Armado en un comunicado.

La actuación de la Guardia Civil se produjo en la mañana del pasado lunes cuando los agentes realizaron una inspección de las instalaciones de una nave ubicada en la capital castellonense en la que se estaba desarrollando una actividad de gestión de residuos no peligrosos y que carecía de la correspondiente licencia ambiental concedida por el Ayuntamiento, sin estar inscrito ni autorizado como gestor de residuos por la Conselleria de Medio Ambiente.

Además, en dicho lugar, recogían cobre y otro tipo de metales considerados residuos no peligrosos a personas particulares que no se encuentran autorizadas ni inscritas como gestores de recogida de estos residuos.

Todos estos hechos son constitutivos de varias infracciones administrativas por contravenir lo dispuesto en la Ley 16/2002 de 1 de julio, de Prevención y control Integrado de la Contaminación, en la Ley 2/2006 de Prevención de la Contaminación y Calidad Ambiental, en el Decreto 40/2004 de 5 de marzo del Consell de la Generalitat por el que se desarrolla el régimen de prevención y control integrados de la Contaminación en la Comunidad Valencia, así como la Ley 10/2000 de Residuos de la Comunidad Valenciana.

En la inspección realizada, los agentes del Seprona de la Guardia Civil detectaron almacenados en las instalaciones 1.340 kilos de cobre desde la última valorización. Dicho material se encontraba en diverso estado (forrado, sin forrar, cable que ha sido sometido a procesos de cremación para eliminación de forro de plástico o PVC, trenzado de cable de cobre).

Las investigaciones realizadas determinaron que dicho cable pertenecía en su mayor parte a material utilizado por las empresas de suministros eléctricos, por lo que se procedió a imputarle al encargado, un joven de 27 años, un supuesto delito de receptación y otras conductas afines. El Seprona continúa con las investigaciones para determinar el origen del material hallado.