Este aumento de plantilla, que fue reivindicado ya por los facultativos el año pasado y ha quedado sin respuesta, permitiría fijar el máximo de pacientes por médico en 1.700 cartillas (ahora hay muchos que lo superan). De esta forma, los médicos (hay 910 para los 120 centros de salud de Aragón) pasarían de atender a 50 ó 60 pacientes diarios, a una media de 35, y podrían dedicar más tiempo a cada consulta (fijado ahora en 5 min), según dijeron ayer los responsables de la Federación de Médicos de Familia (Fasamet).

 

Sin embargo, la única mejora que ha emprendido Salud en el último año ha sido trasladar a una docena de médicos del medio rural al urbano. «Quitar de un sitio para reforzar otro no sirve de nada; hay que crear plazas nuevas», indicó el presidente de Fasamet, Leandro Catalán.

 

La contratación de nuevos médicos de adultos debería ir acompañada de un aumento de al menos 20 pediatras en los pueblos, así como de mejoras informáticas  y de la instalación de un centro que coordinase las urgencias extra hospitalarias.

 

Los médicos debatirán estas y otras propuestas en el XIX Congreso Aragonés de Atención Primaria, que se celebrará los próximos 10 y 12 de noviembre.

 

 

Los médicos de familia criticaron ayer las lagunas que hay en la orden reguladora de la dispensación gratuita de la píldora poscoital, que entró en vigor el mes pasado y ya se pueden pedir en los centros de salud. Se quejan de que no se hayan definido aspectos como la edad de las mujeres que la pueden solicitar o la necesidad o no de que vayan acompañadas de un tutor en el caso de que sean menores.