El Ayuntamiento de Barcelona ha invertido 259.000 euros en siete equipos de cámaras de control de infracciones de tráfico que, como novedad, pueden detectar las matrículas de los ciclomotores. De momento, el primer equipo instalado está funcionando en período de pruebas en la intersección de la calle Aragó con paseo de Gràcia.

El objetivo principal es mejorar la seguridad vial, no sancionar. El alcalde, Jordi Hereu, ha explicado que los ciclomotores "son el principal motivo de accidentalidad". Además, ha añadido que esta medida es "muy importante" porque mantener la disciplina es mantener la seguridad vial.

En declaraciones a los periodistas en el Congreso Mundial de Telefonía Móvil, que se celebra en la capital catalana, Hereu ha insistido en que desde siempre el Consistorio ha hecho políticas para el control de la disciplina, y ésta es una más.

Actualmente, el Ayuntamiento dispone de 10 cámaras que pueden funcionar en 30 intersecciones de la ciudad. Estas cámaras ofrecen una imagen muy precisa de la infracción, gracias a la secuencia de movimientos sucesivos en un campo de visión de todo el cruce.

Estos equipos formados por dos cámaras, una de infrarrojos y otra de visión diurna, se instalarán después de validar el sistema en 20 emplazamientos, señalizados para advertir a los conductores de la existencia de estas cámaras.

Las siete ubicaciones escogidas acorde con el mayor ratio de accidentalidad, según las recomendaciones y estudios del Real Automóvil Club de Catalunya (RACC), se encuentran en Diagonal-Aribau, Diagonal-Balmes, Diagonal-paseo de Gràcia, avenida Roma-Urgell, Muntaner-Aragó, Gran Via-Aribau.