Los comúnmente llamados 'gorrillas' hacen su agosto en esta época del año, con la enorme afluencia de personas que cruzan a Gibraltar. Buscan especialmente matrículas extranjeras, para intentar cobrar a los turistas una tarifa ilegal por pasar al otro lado. Les venden la posibilidad de aparcar gratis en cualquier lugar del peñón, para hacer más atractiva la oferta. Pero la estafa lleva siendo perseguida y denunciada por la Policía desde hace años. El problema, afirman las autoridades, es que la mayoría de las víctimas deciden no denunciar porque no quieren perder tiempo. De esta manera, los timadores pueden moverse y escabullirse con mayor libertad entre sus potenciales objetivos.