Más de 60.000 madrileños fueron víctimas del ruido durante el año pasado

  • Las denuncias subieron un 30% respecto al año anterior.
  • La Policía Municipal detectó 17 nuevos puntos de botellón, una de las actividades más molestas.

Vivir se ha convertido en una auténtica pesadilla para los 60.154 madrileños que el año pasado, entre enero y octubre (datos oficiales), interpusieron una denuncia ante el Ayuntamiento de Madrid debido a los ruidos molestos que soportan. Son un 30% más de los que lo hicieron en el mismo periodo del año anterior (46.161 vecinos).

Aunque el tráfico rodado y las actividades industriales generan ruidos que amargan el día a día a miles de madrileños (alrededor del 3% de denuncias se cursaron por estos motivos), el ocio nocturno sigue siendo el caballo de batalla de quienes reivindican su derecho a la tranquilidad: bien por vecinos molestos, locales nocturnos o focos de botellón. "No hay voluntad política en el Ayuntamiento de Madrid para acabar con los problemas de salud y las molestias que los ruidos provocan a los ciudadanos", sentencia el concejal socialista Óscar Iglesias.

Vecinos concienciados

"La mitad de las denuncias suelen proceder de comunidades de vecinos" y están generadas por una "falta de civismo" en la convivencia, explica Ricardo Ayala, abogado de la plataforma StopRuidos.com. Según su experiencia, "no es que ahora haya más ruidos, es que ahora el ciudadano es consciente de sus derechos y se atreve a denunciarlo", dice.

Y su afirmación resulta creíble a tenor de los datos manejados por la Policía Municipal: el año pasado, los agentes realizaron 53.266 intervenciones en respuesta a quejas ciudadanas motivadas por el botellón, un 57% más que las inspecciones realizadas en 2008 (33.939 en total). Además, marzo fue el mes preferido para beber en la calle (con 7.281 actuaciones), frente a enero (con 4.038 intervenciones policiales).

Desde el Colectivo Profesional de la Policía Municipal, no sólo confirman que la práctica del botellón va a más, sino que el Ayuntamiento de Madrid no cuenta con la plantilla suficiente y se limita a concentrar en Centro a la mayor parte de los efectivos, "dejando desatendidos" a otros muchos distritos.

117 puntos de botellón

Esta estrategia del Ayuntamiento de Madrid no ha frenado la proliferación de zonas donde se bebe en la calle (la Policía computó 117 en 2009, frente a las 100 de 2008), pero sí ha desplazado a Centro como zona favorita.

Semejante honor correspondió a Puente de Vallecas, donde, según los agentes municipales, el año pasado se contabilizaron 11 puntos conflictivos para esta práctica, frente a los ocho de 2008. Le sigue Tetuán con nueve (seis en 2008) y Centro con ocho (tenía 10 en 2008).

Vallar los espacios entre bloques

Los vecinos de la Asociación Los Pinos-San Agustín (Pte. de Vallecas) aseguran que "algunos puntos del barrio" se han convertido en "invivibles" a causa del botellón. Tanto que, según dicen, algunas comunidades de vecinos se han planteado vallar los espacios que hay entre los bloques para evitar que los jóvenes se concentren allí. Aseguran que están hartos de quejarse a la Junta Municipal sin que nadie les haga ningún caso.

José Ortiz. Jubilado, 57 años: "El montacargas ha sido tremendo"

La comunidad de propietarios del nº 33 de Rafael de Riego (Arganzuela) no se cree aún que la suya sea una historia con final feliz. Tras más de diez años soportando los ruidos continuos que producía un supermercado situado en los bajos del edificio, una sentencia les ha dado la razón y el comercio ha preferido cerrar a ejecutar obras de insonorización.

"Ha sido tremendo, desde las siete de la mañana empezaban a descargar los camiones, luego, el montacargas todo el día, no se podía vivir", explica José, el vecino del primero, que asegura haber pasado "una pesadilla". Cuenta que "había ruidos a cualquier hora" y que hasta su suegra, una mujer mayor con alzhéimer que vivía con ellos, "se ponía nerviosa y se sobresaltaba continuamente" por el estruendo.

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