Los cinco parados, padres de familia que han perdido su puesto de trabajo en el sector de la construcción, permanecen encerrados en la iglesia del pueblo a la espera de una solución y han tomado esta determinación después de que el Ayuntamiento de Maracena defendiera ayer la buena gestión de la bolsa de trabajo y avanzara que no va a ceder a sus pretensiones.

En este contexto, los afectados han optado por dirigir un escrito al Defensor del Pueblo Andaluz y exponerle su caso, que comenzó a mediados del pasado octubre, cuando una veintena de desempleados pidieron al alcalde de Maracena, Noel López (PSOE), que les ayudara a encontrar un empleo.

Obtuvieron una cita a principios de diciembre, pero el alcalde les pidió que esperaran un mes más "para ver qué podía hacer" a la vez que les exigió que dejaran cualquier medida de presión, lo que llegó acompañado de una sanción para cada uno de los parados participantes en este supuesto incidente que ellos niegan.

Bolsa de empleo equitativa

Aunque la Subdelegación del Gobierno ha retirado las sanciones, según anunció ayer el alcalde de Maracena, los parados insisten en que la bolsa de trabajo del Ayuntamiento no se reparte de manera equitativa y aluden incluso a ciertos "favoritismos" desmentidos por la entidad local.

Así exigen ante el Defensor que la bolsa de empleo sea "transparente y baremada", de modo que se "rompa el círculo vicioso del enchufismo y amiguismo, que si bien siempre es criticable y detestable, en tiempos de crisis es una práctica que el pueblo no va a permitir", añade la carta.

Los parados recuerdan además al Defensor que son "cinco padres de familia cuya realidad refleja la del millón y medio de personas que no perciben ningún sueldo, que se están quedando sin sus casas y que sobreviven de la caridad o de las redes familiares".

Por ello, han pedido "encarecidamente" a Chamizo que interceda en el conflicto y les "asesore" en lo que pueden hacer para que "no se repita este atropello a la verdad y a la integridad del pueblo".