La sentencia, consultada por Europa Press, recoge como hechos probados que el procesado, José N.R. de 43 años de edad, envió esos mensajes al vicario entre los días 3 y 12 de agosto de 2007.

Entre otros aspectos, en uno de esos mensajes le pedía que se pusiera en contacto con él porque tenía "unas fotos y unas conversaciones no muy dignas para la posición" que tenía y en otro, por ejemplo, le decía que no se trataba de una broma y que "puede ser y de hecho es una bomba para el Obispado y para toda la provincia".

Para el tribunal, "a través de estos y otros numerosos mensajes enviados pretendía coartar y restringir la libertad de actuación" del vicario con el fin de "someterla a sus propios deseos".

El ministerio fiscal calificó estos hechos como constitutivos de un delito de coacciones y pidió que se le impusiera una multa de 720 euros, calificación con la que el procesado mostró su conformidad y que fue la que finalmente el juzgado le impuso como autor de un delito de coacciones.