"Lo que hemos hecho, y es un proceso que debe continuar durante los próximos años, es, en medianías y cumbres, ir sustituyendo las vallas de metal por otras de madera para hacer del paisaje un valor de esta zona de la isla. Se tratan de unas vallas de madera que tienen una estructura metálica interna pero que cualifican el paisaje, un paisaje propio de montaña", declaró a Europa Press.

En este sentido, el Cabildo de Gran Canaria ha colocado estas infraestructuras a lo largo de 10 kilómetros, iniciativa que ha tenido un coste de más de 1 millón de euros. Además, también se han desarrollado tareas de ajardinamiento en las vías. "La idea —añadió— es que las carreteras no sean sólo una vía para los coches, sino que éstas tengan una dimensión medioambiental, que tengamos la seguridad garantizada y que las paradas de guaguas se ordenen de una manera más fraccional de lo que hemos tenido hasta ahora".

Por otra parte, durante el día de hoy también se ha puesto la primera piedra de la obra de rehabilitación de la Gran Canaria 210 (GC-210) —que une Artenara con Tejeda—, proyecto que cuenta con un presupuesto de 3,1 millones de euros.

"Es una obra demandada desde hace décadas. Vamos a hacer una rehabilitación integral de la carretera, desde los taludes a las vallas y desde el asfalto a los muros laterales, de forma que esta carretera que lleva años sin inversiones significativas tenga una rehabilitación integral", dijo.

En definitiva, se hará una apuesta por parte del Cabildo por la mejora de la red de carreteras en medianías y cumbres, "sin olvidar el tema del paisaje y del medio ambiente".