Los hechos tuvieron lugar en mayo de 2007 cuando en un juicio oral contra un hombre por un delito de atentado contra la autoridad, los ahora acusados, familiar directo y vecina del procesado, "realizaron manifestaciones no coincidentes con la realidad de los hechos", según el fiscal.

Así, según señala el relato inicial de la acusación pública, al que tuvo acceso Europa Press, la intención era "favorecer" al acusado en la resolución del procedimiento, por lo que declararon que no hubo agresión por su parte contra un policía.

Por esto, se acusa a ambos de un delito de falso testimonio, por el que el ministerio público solicita ocho meses de prisión y multa de 2.880 euros para cada uno, según las conclusiones provisionales de la Fiscalía.