El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, advirtió hoy de que "no sería comprensible" que el Gobierno central sitúe a Galicia en un "campo de Agramante" que derive en un "laberinto sin aparente salida", en alusión al recurso contra la Ley de Cajas gallega anunciado por el Ejecutivo estatal.

Durante su intervención en la inauguración de la jornada 'Situación actual y perspectivas de las cajas de ahorros', el presidente gallego pidió "no convertir" el proceso de fusión en Galicia, que juzga que será un "acierto histórico", en un "error histórico". Así, reclamó que la solución se debe decidir "en Galicia" y avisó de que "no pasa por una deslocalización financiera innecesaria, arbitraria e impuesta".

Feijóo expuso la trayectoria de las entidades financieras en Galicia como una "historia de éxitos", en la que la "guía" la constituyeron "la serenidad, la rigurosidad y el apego territorial". "Galicia no quiere desandar el camino andado", proclamó y señaló que los gallegos desean que su ahorro sirva de "palanca" al desarrollo de la comunidad y esperan una solución para sus cajas que cumpla los criterios mencionados y respete "los derechos constitucionales de los gallegos y de la comunidad autónoma".

"Galicia sería muy diferente si la singularidad cultural no se hubiese completado con la singularidad financiera", defendió y afirmó que "ningún gallego quiere una Galicia lesionada". El presidente de la Xunta advirtió de que "se equivocan quienes minimizan el sentido de la responsabilidad y la inteligencia de los gallegos" y llamó a "unir esfuerzos" para que la determinación que se adopte cuente con "la participación de Galicia".

"galicia quiere tener cajas"

Asimismo, lanzó el mensaje de que el Gobierno gallego no fue escogido por los ciudadanos para que se "inhiba" en los problemas y sostuvo que la comunidad gallega "no se caracteriza por el desarraigo". La cuestión, dijo parafraseando a Shakespeare, se ha convertido en "tener o no tener cajas". "Y Galicia, ya se lo anticipo, quiere tener", zanjó.

Feijóo reveló que ayer conversó de nuevo —tras el encuentro del sábado— con la vicepresidenta del Gobierno central, María Teresa Fernández de la Vega. "Quiero confiar en la conversación mantenida ayer por la tarde con De la Vega. Seremos llamados de forma inmediata para hacer lo que teníamos que haber hecho antes de judicializar: dialogar", señaló.

Puntos admitidos en otras comunidades

El presidente gallego repasó algunos de los puntos de la ley gallega que el Gobierno considera recurribles para exponer sus argumentos en favor de la constitucionalidad de la normativa gallega. Así defendió la adecuación de los puntos que se refieren a la autorización expresa de la participación de una caja gallega en un sistema institucional de protección (SIP), la renovación de un 75 por ciento de los miembros de los órganos de gobierno, el registro de altos cargos y la mayoría exigida para aprobar una fusión.

Al hilo de ello, comparó el texto gallego con leyes de otras comunidades y, tras afirmar que Galicia no busca una "política de confrontación", dijo no poder "entender" que se recurran puntos de la norma gallega "y se admitan en otras comunidades todos los preceptos" que se quieren impugnar en el caso gallego.

Por su parte, la decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Santiago, Maite Cancelo, pidió superar "localismos y partidismos" en el debate sobre el futuro de las entidades de ahorro y defendió la Ley de Cajas de Galicia como "más constitucional que otras que se han aprobado y no se han recurrido".

Por último, el catedrático de Hacienda Pública y presidente de la Asociación Galega de Estudios de Economía do Sector Público, Luis Caramés, señaló que el objetivo de organizar esta jornada es "introducir racionalidad" en el debate y alertó contra el "riesgo" de quedarse sin cajas de ahorro en Galicia.