El terrorismo, el empleo, la libertad y el Quijote, en el 'desayuno de oración' de ZP

  • Zapatero ha sido el invitado de honor en el acto que abre el curso político en EE UU. El presidente ha conversado con Barack Obama.
  • Destacó que crear empleo es la "tarea mas apremiante".
  • Habló en castellano en homenaje, aseguró, "a la primera lengua con la que por primera vez se rezó al Dios del Evangelio en esta tierra".

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, empezó poco después de las dos y cuarto de la tarde (hora española) de este jueves su intervención en el tradicional 'desayuno de oración' en Washington, un acto organizado por cristianos conservadores de EE UU que sirve para dar comienzo el curso político en el país. El empleo y la defensa de la libertad centraron su discurso.

El mandatario español ha podido conversar también con su homólogo estadounidense, Barack Obama, quien le manifestó su interés en "continuar desarrollando las buenas relaciones" entre España y EE UU "porque comparten tantos intereses comunes". Fuentes del Ejecutivo español recalcaron que esta breve charla informal no puede ser considerada como un encuentro y destacaron que no estaba previsto que se reunieran ni antes ni después del acto.

Zapatero, invitado de honor en el acto, realizó un discurso corto, de poco más de diez minutos, que se prolongó algo más de lo debido por la traducción en inglés posterior a sus palabras. La justificación del gobernante por hablar en castellano despertó las risas del público, más de 3.000 personas: "Permítanme que les hable en castellano, en la primera lengua con la que por primera vez se rezó al Dios del Evangelio en esta tierra".

Sin mencionar las 'malditas' palabras, el presidente español habló de la actual crisis económica y de su principal consecuencia: el paro.  "Quiero proclamar mi más sentido compromiso con los hombres y mujeres que padecen en estos tiempos difíciles la falta de trabajo. Todos ellos deben saber que no hay tarea de la que, como gobernantes, nos sintamos más responsables; que no hay tarea que nos apremie más que la de favorecer la creación de empleo", afirmó.

Fue precisamente sobre el trabajo el contenido del pasaje bíblico que eligió Zapatero para su discurso. En concreto, leyó el Deuteronomio 24:14-16: "No explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros. En su día le darás su jornal pues es pobre. Los padres no morirán por los hijos ni los hijos por los padres".

El grueso del discurso de Zapatero fue un claro alegato al respeto de las culturas y la defensa de la libertad. Así, afirmó que "la tolerancia es mucho más que respetar al otro, también hay que conocerlo", en relación a los inmigrantes que acuden a un país para buscarse un futuro mejor. Además, dijo que "nuestros pueblos no se pueden entender sin aquellos que vienen a nosotros y viviendo entre nosotros se convierten en nosotros".

"No dejemos de velar -continuó- por la buena integración de quienes han venido a trabajar y a convivir a nuestros países; no dejemos de velar también por aquellos a los que no podemos acoger entre nosotros y pasan hambre y miseria en tantos lugares de la Tierra".

Haití y el Quijote

Fue el momento en el que Zapatero se refirió al reciente terremoto de Haití, sobre el que destacó la respuesta de "solidaridad" internacional, un hecho que "nos recuerda que los seres humanos somos vulnerables y fraternos".

También dirigió su plegaria a "reivindicar la libertad de todos para vivir su propia vida, para vivir con la persona amada y para crear y cuidar a su entorno familiar, mereciendo respeto por ello".

Por último, hizo referencia a las víctimas del terrorismo y advirtió contra el fundamentalismo religioso como una de las causan que generan violencia. Y concluyó con las siguientes palabras: "Por la libertad y por la honra, como se dice en el Quijote, se puede y debe aventurar la vida. El cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Que el don de la libertad ilumine a América y a todos los pueblos de la tierra". Un caluroso aplauso cerró una intervención histórica, ya que Zapatero es el primer español en participar en este evento.

"Mi amigo Zapatero"

Barack Obama intervino posteriormente en el acto y destacó que estaba "contento por la presencia de mi querido amigo Zapatero" y envió sus "saludos" a España. El presidente americano lanzó un llamamiento a encontrar un "terreno común" y mantener un "debate serio y educado" que permita sacar adelante medidas que beneficien a todos los ciudadanos.

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