La ciudadana Granada Ripollés, hermana del comandante Ripollés, del Ejército de Tierra, uno de los 62 militares fallecidos el 26 de mayo de 2003 en el accidente aéreo que sufrió el avión Yakovlev 42 en Turquía, cuando volaba hacia Zaragoza desde Afganistán, afirmó esta mañana que los familiares de las víctimas "no las tenemos todas con nosotros" en el juicio civil que se inició hoy, lunes 1 de febrero, en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de la capital aragonesa.

En declaraciones a los medios de comunicación, Granada Ripollés expresó que los familiares "queremos que sea una sentencia a favor", lo que en este caso se traduciría en el pago de una compensación económica a los familiares de 60 de los 62 militares muertos, que mantienen la demanda contra las empresas responsables del vuelo mortal, Chapman Freeborn, Ucranian Mediterranean Air (UM Air) y Busin Joint Stock.

Para los familiares de las víctimas, hasta ahora "han sido seis años y medio de problemas", continuó Ripollés, debido a las "trabas" puestas por los demandados, por ejemplo la decisión de Chapman Freeborn de ausentarse del primer juicio civil, celebrado en Zaragoza en 2006 y en el que la firma fue condenada, si bien después consiguió la anulación del juicio argumentando que no había sido citada de forma correcta. Tampoco hoy, en la primera sesión del nuevo juicio civil, el representante de Chapman Freeborn acudió a la vista.

Del mismo modo, otro familiar de una víctima del Yak 42, Francisco Cárdenas, se preguntó si el representante de Chapman Freeborn evitó presentarse por "miedo a que le peguemos una paliza" y le tildó de "impresentable" porque "nos ha tomado el pelo", tras lo que avisó de que los familiares de los fallecidos "estamos hablando y vamos a hablar más todavía".

Otra familiar de una de las víctimas, de nombre Rosa, madre del capitán Gracia, lamentó que los responsables de Chapman Freeborn "se nos pitorrean todo lo que quieren" y criticó que la Justicia no haya dado la razón completamente a los afectados.

Varios parientes de los fallecidos se quejaron de que el juicio se esté celebrando en una sala de reducido tamaño, en el Edificio de Juzgados de la Plaza del Pilar, lo que ha impedido entrar a medios de comunicación y parte de los familiares. El familiar Carlos Vegas, natural de Extremadura, recordó que hay familias que han recorrido hasta 700 kilómetros para asistir a las sesiones y exigió que se habilite una sala más grande.