Dos miembros de la ONG Bomberos Sin Fronteras (BSF) y el presidente de Vivre de Haitianos de Málaga, Ismael Frederick, partieron hoy hacia Santo Domingo para participar en un trabajo de potabilización de agua en Haití tras el terremoto que asoló el país caribeño y colaborar con las organizaciones locales con el objetivo de determinar las principales necesidades de la población.

Los dos bomberos, Juan Manuel Ravina, del parque de Benalmádena (Málaga), e Ignacio Iturriaga, dependiente del Ayuntamiento de Valencia, e Ismael Frederick, un haitiano que reside en Málaga desde hace cinco años, salieron esta mañana del aeropuerto de la capital, según informó a Europa Press el presidente nacional de BSF, Miguel Rey.

Según explicó este bombero, estas tres personas participarán durante una semana en los trabajos de potabilización de emergencia y colaborarán con las organizaciones locales para recabar información sobre la situación en la que se encuentra el país, de manera que los datos sean "rápidos, concisos y fidedignos".

Esta información será utilizada, como recordó Rey, por la mesa de coordinación y emergencia 'Solidaridad con Haití', creada por el Ayuntamiento de Málaga con el objetivo de canalizar las ayudas de los malagueños a los damnificados y en la que participan instituciones, ONG, empresas y colegios profesionales.

Rey y otros tres miembros de Málaga de esta ONG —los bomberos Francisco Javier Ortega y Jesús Alba y el enfermero Hipólito Lucena— partieron el pasado día 14, junto a otros cinco integrantes más de esta organización, procedentes de Tenerife, Ciudad Real y Albacete, hacia Haití, donde ayudaron en las tareas de rescate.

Apoyo del pleno de málaga

Por otra parte, los tres grupos políticos del Ayuntamiento de Málaga aprobaron por unanimidad en el pleno ordinario de hoy una moción institucional con la que se expresó la solidaridad de la Corporación con el pueblo de Haití y el compromiso de apoyo con la emergencia y la reconstrucción del país.

De igual modo, se acordó movilizar los recursos necesarios que permitan el envío de ayudas económicas urgentes, así como material sanitario, unidades de purificación de agua, ropa, alimentos no perecederos, etcétera, a través de las organizaciones no gubernamentales que operan en la zona, de acuerdo a los criterios marcados por la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo Internacional y otras instituciones análogas.

Entre otras medidas, se aprobó también llevar a cabo una campaña de sensibilización para concienciar y recabar los apoyos necesarios para la recogida de fondos entre la población civil y que el Ayuntamiento apoye el envío de contenedores con ayuda humanitaria, en coordinación con las ONG que trabajan sobre el terreno.