En cuanto a dichas condiciones se han deducido del proceso de evaluación ambiental y con su aplicación quedará "adecuadamente protegido" el medio ambiente y los recursos naturales, según informó la Delegación del Gobierno en Canarias en un comunicado.

Respecto a la ampliación del aeropuerto de la isla de Gran Canaria, responde a las necesidades de tráfico aéreo actual. En concreto, las actuaciones del proyecto se centran en cubrir las necesidades de ampliación del aeropuerto y se encuentran "estrechamente ligadas a la funcionalidad y operatividad" de la instalación aeroportuaria en su configuración actual.

En lo que se refiere a la evaluación de las alternativas consideradas y justificación de la solución adoptada, se han realizado previsiones de crecimiento para el aeropuerto de Gran Canaria que muestran "un incremento constante y sostenido" en el tráfico de pasajeros y aeronaves desde 2010 hasta 2025.

Además, se prevé que el tráfico aéreo llegue a los 16,1 millones de pasajeros en 2015. En cuanto al tráfico de aeronaves, las previsiones determinan que en 2025 se alcancen las 170.900 operaciones.

Respecto a las zonas en las que se pretende actuar en el aeropuerto de la isla de Gran Canaria "no se encuentra ningún" Área Importante para las Aves (IBA). También la Dirección General del Medio Natural del Gobierno de Canarias ha indicado que las obras "no afectarán negativamente sobre la integridad" de los espacios pertenecientes a la Red Natura 2000 próximos a la zona de actuación, ni sobre las especies clasificadas como protegidas por el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias.

Asimismo, apuntó que los hábitats de interés comunitario "no se verán alterados" por las obras propuestas. De los análisis realizados para caracterizar la calidad química del aire en la situación actual se determina que para "todos" los contaminantes analizados, las concentraciones se encuentran por debajo de los límites establecidos por la legislación.

De todos modos, en la DIA se establece que durante la fase de operación se aplicarán una serie de medidas recomendadas por la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) y la FAA (Federal Aviation Administration) para la minimización de los impactos consistente en rodaje sin necesidad de utilizar todos los motores; reducción del tiempo de espera de aeronaves o el despegue con menor porcentaje de potencia si las condiciones son adecuadas, entre otras.

Las medidas para minimizar la afección debida al ruido en el aeropuerto, se han fijado para que en la fase de operación se orienten hacia la reducción de los niveles sonoros emitidos por la aeronaves en la fuente, acciones enfocadas a la ordenación y gestión del suelo que eviten el desarrollo urbanístico en zonas expuestas a niveles por encima de los criterios de calidad ambiental, procedimientos operativos de reducción de ruido y restricciones operativas.

También la DIA establece la ejecución del Plan de Aislamiento Acústico para salvaguardar la calidad acústica de las viviendas y edificaciones de usos sensibles potencialmente afectadas por el presente proyecto.

El estudio de impacto ambiental incluye un Plan de Vigilancia Ambiental (PVA) con el que se pretende asegurar la "correcta" ejecución de las medidas protectoras y correctoras previstas, así como detectar y corregir diferentes alteraciones que no hayan podido preverse en la fase de estudio. Además Aena, como promotor, designará un Director Ambiental de Obra (DAO) que se responsabilizará del desarrollo de dicho Plan.