Los alumnos se toman a guasa la prohibición de fumar en el campus

La primera jornada sin humos en la Universidad no ha evitado que los estudiantes fumen en los pasillos de los aularios.
Unos estudiantes, ayer en una zona para no fumadores.
Unos estudiantes, ayer en una zona para no fumadores.
Dani Madrigal
Unos estudiantes, ayer en una zona para no fumadores.
Alboroto, resaca de puente y el mismo ambiente nebuloso que se respira habitualmente en aseos y pasillos de la Universidad de Alicante.

A pesar de la restricción, el personal de limpieza recogía a golpe de escoba durante la mañana de ayer «la misma cantidad de colillas que en días anteriores».

Con esta habitual postal amanecía ayer el aulario I y II, a pesar de la decena de carteles que bajo el lema Plan UA sin humos engalanan desde hace una semana las paredes del recinto.

De poco ha servido hasta el momento el entusiasmo de la dirección de la Universidad por adelantarse a la ley que a partir del próximo día 1 de enero prohibirá fumar en espacios cerrados.

El plan sin humos veta a los fumadores en todos los centros y edificios del Campus desde ayer, y les anima a apagar sus humeantes cigarrillos en los ceniceros que se han instalado a la entrada al recinto.

Los estudiantes, por su parte, aliviaban la vuelta al estudio entre pitillo y pitillo. Algunos han hecho caso omiso a los carteles, otros aseguran no tener «ni idea» de la prohibición.

Todos coinciden en que el día 1 de enero bajarán a la calle para encenderse el cigarrillo.

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