Estos parásitos pueden causar irritación, lesiones secundarias al rascarse, infecciones y enfermedades, como sarna o anemia. Lo mejor para prevenir estas molestias es poner al perro un collar antiparasitario y utilizar productos especiales para el baño. También es importante controlar las zonas de estancia de la mascota. Si aun así encontramos parásitos en nuestro animal, hay que tratarlo con productos específicos y de acción probada, teniendo en cuenta sus contraindicaciones, especialmente en cachorros y en hembras gestantes.