Zapatero defiende un Estatuto con límites y Rajoy pide su devolución

Estaba previsto que el Congreso aprobara anoche la tramitación de la reforma con el único rechazo del PP. Los tres miembros de la delegación catalana hacen hincapié en el concepto de nación.
Tras un largo y previsible debate, el Congreso se disponía anoche a aceptar la toma en consideración de la propuesta de reforma del Estatuto aprobada el 30 de septiembre por el Parlamento catalán. Aunque al cierre de esta edición (00.00 horas) la votación no se había producido, todo indicaba que saldría adelante. El PP, que ayer mismo recurrió el texto ante el Constitucional, era el único grupo que se oponía, alegando que se trata de una reforma constitucional encubierta.

Según lo previsto, el Estatuto iniciará ahora su tramitación en la Comisión Constitucional, donde será estudiado y, en su caso, modificado.

Lo más destacado de las intervenciones que animaron ayer por la tarde el hemiciclo:

José Luis Rodríguez Zapatero (presidente): Defendió la admisión del Estatuto porque «conviene a España y a Cataluña». Tras criticar la postura del PP, entró a explicar los límites con que debe materializarse el proyecto, las líneas rojas que debe seguir la reforma. Así, ofreció alternativas al modelo de financiación, leyes orgánicas, unidad de mercado y bilateralidad.

Mariano Rajoy (PP): Convencido de que el texto «está escrito de espaldas a la Constitución», pidió su devolución para que «lo corrija quien se ha sobrepasado en su redacción». Acusó al Gobierno de «hacer la vista gorda», y mantuvo que «Cataluña no es más que una coartada para que Zapatero cumpla su sueño federalista». Sobrepasó con creces los 40 minutos dispuestos por intervención.

Duran i Lleida (CiU): «No podemos permitirnos que el fracaso resulte vencedor».

Joan Puigcercós (ERC): Pidió al PSOE que vote en contra si pretende «desnaturalizar» el texto.

Josu Erkoreka (PNV): Arremetió contra el «talibanismo constitucional».

Gaspar Llamazares (IU-ICV): Dio su visto bueno a la hoja de ruta de Zapatero. w el debate completo en...

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Gobierno y oposición, frente a frente

Zapatero

‘Sí’ a la tramitación de la reforma y ‘sí’ a su plena adecuación a la Constitución»

«Cataluña tiene identidad nacional, y ello es compatible con el artículo 2 de la Constitución»

«Cataluña es clave para el desarrollo de España (...). Una Cataluña fuerte hace más fuerte a España»

«La regla primera del patriotismo es evitar la discordia entre españoles»

Rajoy

Este debate es parte del precio que el presidente debe pagar para que le permitan seguir gobernando»

«Por muchos parches que se le pongan seguirá siendo inconstitucional. Es como pretender hacerle la permanente a un puerco espín»

«Después de lo del Rey republicano y el Ejército sin armas, sólo me faltaba por oír esto del independentismo constitucional»

La delegación catalana

Artur Mas (CiU).

Fue el primero en intervenir (pronunció unas frases en catalán, que después tradujo). Cataluña «se sabe y se siente nación, porque lo es», dijo, y pidió al Congreso que actúe con «sentido de Estado (...), sin engañar a la gente». A Zapatero le rogó que «no le falle a Cataluña quedándose a medio camino».

Manuela de Madre (PSC).

La portavoz del PSC en el Parlamento catalán también usó el término nación. «La nación catalana no niega la española», sino que la «enriquece», aseguró De Madre. Admitió «la ambición de este proyecto», que persigue «el reconocimiento de una pluralidad mayor dentro de la unidad».

Josep Lluís Carod Rovira (ERC).

Citando a Azorín, afirmó que «en España existe un Estado y varias naciones». A Zapatero le dijo: «Sea usted valiente en defensa de la pluralidad del Estado (...). Cumpla la palabra dada». Planteó, para terminar, que «si nos cierran esta puerta, ¿qué otra puerta nos queda abierta?».

Un día en el congreso

Poco después de las 13.00, más o menos a la misma hora que el PP presentaba un recurso de amparo contra el texto, el presidente del Congreso, Manuel Marín, abría el debate con una bienvenida en catalán a los tres representantes del Parlamento autonómico. Artur Mas, Manuela de Madre y Carod Roviera dispusieron en total de 40 minutos para defender el texto.

La hora de la comida sirvió para comentar la mañana. El presidente catalán, Pasqual Maragall, comparó la sesión con la inauguración de las Olimpiadas de Barcelona. Eduardo Zaplana (PP) dijo que las tres intervenciones confirmaban que se trataba de una reforma constitucional. Y Pérez Rubalcaba (PSOE) destacó que se había oído, «sobre todo, pacto y diálogo».

La sesión se reanudó con algo de retraso, pasadas las 16.00 horas. El primero en intervenir fue el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Después les tocó el turno a los portavoces del resto de grupos parlamentarios por orden de representación: PP, CiU, ERC, PNV, IU-ICV, CC y Grupo Mixto (BNG, CHA, EA y NB). El partido del Gobierno, el PSOE, cerró esta parte.

El turno de réplica comenzó a las 22.20 horas, bien entrada la noche. El orden fue el mismo: primero, Zapatero y, después, los portavoces parlamentarios, poniendo el cierre Pérez Rubalcaba (PSOE). Al cierre de esta edición, estaba previsto que la votación tuviera lugar sobre la una de la madrugada, doce horas después de que arrancara

la sesión.

«Por los gestos, Rajoy parece más convencido de lo que dice»

«La postura de Zapatero refleja el peso de la responsabilidad». Además de las palabras, están los gestos, la mirada, la postura... Según Juan Luis Hernández Mirón, profesor de expresión oral de San Pablo-CEU, la postura de Rajoy, «erguida, con el pecho un poco alzado, revela que tiene un mayor convencimiento de lo que dice». «Distribuye la mirada, abriendo los brazos; se lo ve tranquilo», dice Hernández. En cambio, la postura de Zapatero, «algo encorvada, refleja el sobrepeso de la responsabilidad», apunta. En su primera intervención «prácticamente sólo miró a su bancada, buscando siempre el asentimiento». A. R.

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