Los sindicatos UGT, CC.OO. y CSI-F instaron hoy a la administración sanitaria a dejar las "represalias" contra los trabajadores por las incidencias de la huelga en el Servicio Cántabro de Salud (SCS), porque de lo contrario se "abriría" una nueva "grieta" que "no beneficia" a nadie y que no van a "consentir".

En una rueda de prensa en la que se felicitaron por el acuerdo alcanzado el pasado jueves para completar la implantación del desarrollo profesional en el SCS, los sindicatos lamentaron sin embargo que la administración intente ahora buscar responsabilidades entre los trabajadores por las incidencias.

En este sentido, Asunción Ruiz, de CC.OO., aseguró que la inspección ha acudido esta mañana al Hospital de Laredo y está contactando con todos los responsables de los servicios afectados por las incidencias durante la huelga, buscando unas responsabilidades que, a su juicio, no deberían buscarse entre los trabajadores —que han cumplido "escrupulosamente" los servicios mínimos—, sino entre los responsables de la Gerencia del SCS y del propio hospital.

Según dijo, es el momento de que el Servicio Cántabro de Salud "analice sus errores y deje a los trabajadores en paz", y advirtió de que si se toma algún tipo de "represalia", "se abriría otra grieta" que los sindicatos no van a consentir.

Asunción Ruiz aseguró que al firmar el acuerdo que puso fin a la huelga se les "garantizó" que no habría represalias e insistió en que "sería un error abrir grietas después del conflicto". "No vamos a permitir que se criminalice a nadie ni que se busque una cabeza de turco. Si no han hecho bien los deberes, que reflexionen y aprendan, pero que no culpen a los trabajadores", apostilló.

En esta misma línea, José Manuel Castillo, de UGT, instó al SCS a dejar "la caza del huelguista" porque la "responsabilidad última" de las incidencias en el Hospital de Laredo es "exclusivamente de la administración". "No vamos a consentir la apertura de expedientes o que se amedrante a los trabajadores", agregó Castillo, quien recalcó que pondrán los servicios jurídicos sindicales al servicio de los trabajadores y delegados.

A su juicio, una vez finalizada la huelga, lo que hay que hacer es "minimizar" las consecuencias cuanto antes y poner fin a las "represalias" que, en su opinión, son represalias, "entre comillas, políticas", puesto que las instrucciones a la inspección parten "directamente de la Consejería" de Sanidad, no del SCS.

Por su parte, Margarita Ferreras, del sindicato CSI-F, abundó en la idea de que la responsabilidad de las incidencias es de la administración y confió en que no les "obligue a mantener otro conflicto en otra línea" por abrir expedientes contra las personas "más débiles del sistema".

"Si el conflicto está cerrado, espero que no lo reabra la administración", recalcó la sindicalista, quien explicó que los servicios jurídicos de CSI-F trabajan desde la pasada semana en denuncias individuales de varios trabajadores.

Un acuerdo "digno"

Por lo que respecta al acuerdo suscrito para la aplicación de los grados 3 y 4 del desarrollo profesional, José Manuel Castillo aseguró que es un acuerdo "bueno y digno". De hecho, se felicitó de que la propia administración haya pasado de tachar la huelga de "impúdica" a considerar "digno" el acuerdo.

Según dijo, el acuerdo establece las cantidades proporcionalmente "más altas" de todas las comunidades autónomas para el desarrollo profesional, y a la vez supone no sólo un reconocimiento económico, sino también de la importancia en la cadena sanitaria de estos colectivos (todos los trabajadores de la sanidad a excepción de médicos y enfermeras).

En palabras de Asunción Ruiz, "este conflicto ha demostrado que el SCS y la Consejería deben valorar a toda persona por igual y no menospreciar o minusvalorar" a ningún trabajador, porque todos son "necesarios en la cadena asistencial". Además, destacó que se ha conseguido un buen acuerdo tras una negociación "muy dura" en la que, al final, ha habido "suficiente voluntad negociadora y flexibilidad" para llegar a un punto de encuentro.

Por último, Margarita Ferreras destacó que este acuerdo era "impensable" hace mes y medio, cuando el SCS se "negaba en rotundo" a cumplir el acuerdo de 2007, y reiteró que incluye "las mejores" cantidades del Sistema Nacional de Salud.