Origen galo, tradición histórica y un guiño a su historia de amor

El nombre de Leonor aparece en el primer capítulo de ‘El doncel de Don Enrique el Doliente’, la obra de Larra que Doña Letizia regaló a Don Felipe con motivo de su compromiso de matrimonio.
Los Príncipes han decidido llamar a su hija Leonor por que era el nombre que más les gustaba y «por razones históricas», según explicaba Don Felipe en la rueda de prensa posterior al nacimiento de su primogénita. Su onomástica es el 22 de febrero o el 1 de julio, y muchas reinas y princesas lo han llevado antes. Su diminutivo cariñoso es Nora. Además, aparece en el primer capítulo de El doncel de Don Enrique el Doliente, la obra de Mariano José de Larra que la Princesa Letizia regaló a Don Felipe con motivo de su compromiso de boda. Varios orígenes El origen de este nombre no está claro; podría venir del griego o del hebreo, y su significado sería «Dios es mi luz». Su primera aparición documentada, según El almanaque, es en el siglo vi como nombre del obispo de Bretaña Leonorius. Es más probable que se trate de un nombre de origen galo (de las Galias) que al romanizarse se acercó a los nombres latinos. La santa con este nombre más conocida es Eleonora de Provenza (1222-1291). Se casó con Enrique III de Inglaterra y tuvo que exiliarse en Francia tras una revuelta popular que derrocó e hizo prisionero al rey. Al frente de un gran ejército, regresó a Inglaterra y reestableció a su marido en la Corona. La Infanta compartirá el apellido Ortiz con el 0,25% de la población española (100.000 personas, según el Diccionario de apellidos españoles de Faure, Ribes y García).

107 en Madrid desde 1987

Desde 1987 hasta 2003 (últimos datos del Instituto de Estadística de la Comunidad) sólo 107 padres pusieron a su hija Leonor. Curiosamente, este último año es el que registra un número mayor (15), mientras que en 2002 y 2001 fueron 8, respectivamente. Leonor ocupa el puesto 188 como nombre de niña más usado para recién nacida en 2003. A día de hoy, en la región hay 3.299 mujeres empadronadas con este nombre.

Como la madre de Ricardo Corazón de León

Leonor de Aquitania (1122-1204). Es su tocaya más conocida. A los 15 años se casó con el que iba a ser monarca francés, Luis VII, junto al que participó en las Cruzadas. Tras romper su matrimonio, se unió con el que sería Enrique II de Inglaterra, y promovió una rebelión contra él cuando descubrió que le era infiel. Fracasada la revuelta, Enrique II la encarceló y sólo recuperó su libertad a la muerte de éste, convertida en regente su primogénito, Ricardo Corazón de León.

Leonor de Castilla (1307-1359). Hija de Fernando IV y de Constanza de Portugal. Sus manejos por conseguir feudos para sus hijos casi provocaron una guerra. Murió asesinada por Pedro el Cruel.

Leonor de Trastámara (1402-1455). Hija de Fernando I de Aragón y Leonor Urraca de Castilla. En 1428 se casó con el rey Duarte I de Portugal. Murió en Toledo, donde está enterrada.

Vivirá a tiro de piedra de sus abuelos paternos

La hija de los Príncipes vivirá apenas a un kilómetro de la Zarzuela. Su habitación, en la casa de 3.000 metros cuadrados de sus padres, estará en la primera planta. Tres salas de estar, cuatro vestidores, cinco cuartos de baño y un cuarto de aseo, una oficina, un cuarto de servicio, dos despachos, una terraza y cinco dormitorios, uno de los cuales será, probablemente, el que albergue la cuna, el cambiador y los primeros juguetes y mordedores de la recién nacida.

Es la primera planta de la residencia de los Príncipes de Asturias, la llamada zona noble de la casa, en la que se desarrolla la vida privada de Don Felipe y Doña Letizia, y a la que sólo tienen acceso amigos y familiares, incluidos, los Reyes. Don Juan Carlos y Doña Sofía no van a tener excusa para no visitar a su nieta, ya que el palacio de la Zarzuela se encuentra a tan sólo un kilómetro de la casa de los Príncipes.

Más allá de las razones  sentimentales, la ubicación de la vivienda del Príncipe Felipe (con 3.150 metros cuadrados, 1.771 de ellos útiles) fue decidida por la Casa Real tras descartar la posibilidad de restaurar algún edificio histórico. Se quiso aprovechar la infraestructura del palacio de la Zarzuela, y se pensó que en un futuro será también la residencia oficial del Rey.

Así es la casa de los príncipes de Asturias

Planta baja.

Dedicada a la actividad pública del heredero. Tiene varios despachos, biblioteca, salón oficial, comedor, habitación con aseo y cocina con office.

Primera planta.

Zona privada, de 423 metros cuadrados. El dormitorio principal, de 110 metros cuadrados, tiene dos vestidores y dos cuartos de baño, además de una sala de estar con recibidor.

Semisótano.

Tiene 780 metros cuadrados y alberga la cocina principal (para comidas oficiales y recepciones), cuatro dormitorios con sus cuartos de baño respectivos, un comedor y una sala de estar para el servicio.

Buhardilla.

En un principio no se le asignó una función concreta, aunque se barajó la posibilidad de construir un gimnasio. Se usa como almacén y archivo.

Aquí guardarían los Príncipes los numerosos regalos.

Piscina.

El área dedicada a la piscina, anexa a la vivienda, tiene una superficie de 180 metros cuadrados. Incluye dos vestuarios y una pérgola.

Se calcula que el mantenimiento del cloro para el agua cuesta 2.500 euros al año.

Otras dependencias.

La  casa tiene también un área para instalaciones mecánicas, así como un garaje en el que caben ocho vehículos.

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