Regresa hoy a Palma el hombre que permanece en huelga de hambre contra la obligación de dar una pensión a su madre

José Antonio Braojos, el hombre mallorquín que permanece en huelga de hambre desde el pasado 19 de diciembre (33 días), regresa hoy a Palma, después de que el 13 de enero viajara a Madrid para llevar su protesta a las inmediaciones del Congreso de los Diputados, con el fin de expresar la "injusticia" que supone, en su opinión, la imposibilidad de recurrir una sentencia de la Audiencia Provincial de la capital balear, que le obliga a dar una pensión alimenticia a su madre, con la que no tiene ninguna relación desde hace años.

En un comunicado, Braojos informó de que una vez en Palma, continuará su huelga de hambre en el Aeropuerto de Son Sant Joan, después de que ya haya perdido 11,5 kilos. "Me siento muy debilitado y ya siento molestias internas, por lo que, probablemente, seré ingresado en pocos días y prefiero que sea en Palma", aseguró.

Por otro lado, criticó que "ninguna institución, ni instancia judicial, ni partido político" se ha interesado por su caso, a pesar de que, según recordó, el pasado lunes entregó sendos escritos en el Defensor del Pueblo y en el Congreso de los Diputados.

Asimismo, Braojos informó de que el pasado 11 de enero, su abogado habló con su madre biológica, ofreciéndole 2.000 euros inmediatos a cambio de renunciar a la pensión de sus hijos biológicos y acogerse a la pensión del Estado, no contributiva, a la que tiene derecho, lo que supondría "sólo 8 euros menos al mes" de lo que exige.

Sin embargo, lamentó que su madre, María Dolores Gómez Verdugo, "guarda silencio, poniendo cada día más en peligro mi salud y mi vida" y, en esta línea, señaló que cuando su letrado la llama al teléfono móvil, "ésta no contesta".

De este modo, remarcó que no abandonará la huelga de hambre y esperó que su madre biológica "reaccione" o que, en caso contrario, "lo haga alguna instancia judicial deteniendo el embargo, al menos cautelarmente, que pesa sobre mí y sobre mi hermana". No obstante, admitió que ésta es una "posibilidad remota".

Braojos, mallorquín de 43 años, según expone en su página web, sufrió maltratos físicos y psicológicos por parte de su madre, quien ahora, dos décadas después, reclama judicialmente el pago de una pensión de 400 euros, a pesar de gozar de una buena posición económica.

Una tesis que la Justicia finalmente apoyó en una sentencia firme, sin posibilidad de recurso, fechada el 20 de julio de 2009, donde la Audiencia Provincial de Palma revoca un fallo anterior del Juzgado de Instrucción número 3 de Manacor y estima parcialmente una denuncia de la madre de Braojos para que le transfiera la citada pensión alimenticia.

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