Feijóo respeta la protesta "nacionalista" de hoy, pero avisa de que Galicia seguirá siendo "libre y bilingüe"

Dice que no "rectificó" al abrirse a una enseñanza al 50% en gallego y castellano y estudiará "matices" sobre la opinión de los padres

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, trasladó hoy su "respeto total" a la protesta secundada esta mañana por miles de personas en Santiago de Compostela como muestra de rechazo al borrador del nuevo decreto en la enseñanza, pero advirtió de que, concluido este paro "nacionalista", Galicia seguirá siendo "libre y bilingüe".

Así se pronunció en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, donde aseguró que respetará "siempre" cualquier manifestación "democrática", aunque sea "preventiva" y convocada por una plataforma "nacionalista" como 'Queremos Galego'. "Nunca tacharé de esperpento una protesta democrática, como ocurrió en 2006", dijo, en referencia a la manifestación contra la gestión del bipartito de los incendios forestales en la que él participó como líder de la oposición.

"Respeto la opinión de los gallegos tanto en las propuestas como en las protestas preventivas", recalcó, pero avisó de que "ya van tres" y de que 'Queremos Galego' había convocado ésta última antes de conocer las bases del nuevo decreto, todavía "en fase de consulta". Eso sí, añadió que también respeta la "manifestación masiva y silenciosa" que los gallegos realizaron en las urnas el pasado 1 de marzo, que le situó al frente de la Xunta.

Por otra parte insistió en que "conoce" a los convocantes de la concentración y señaló que su ideología —nacionalista— es "clara y diáfana", aún sin tener la constancia de a quien han votado. "Como en la protesta de los incendios lo fue el PP y yo estaba allí", avisó, al tiempo que achacó la presencia de dirigentes del PSdeG, como su líder, Manuel Vázquez, en la manifestación de hoy a su falta de "criterio".

"El PSdeG se apunta a todo lo de los demás porque no tiene criterio ni política lingüística", sentenció y se mostró convencido de que los socialistas necesitan, al igual que las cajas, "una auditoría y una fusión". "Una fusión para ver lo que opinan sus representantes y una auditoría para certificar si lo que piensan tiene sentido o no", matizó y señaló que hay "mucha gente del PSOE" a favor del nuevo decreto.

Con respecto a la opinión del PPdeG dijo no tener ninguna duda y argumentó su afirmación en base a que el comité de dirección de la formación que lidera evaluó el lunes las bases del decreto. "Los dirigentes 'populares' no sólo apoyaron el borrador sino que pidieron que se tramite con rapidez para que entre en vigor el próximo curso", aseveró.

En este punto, volvió a transmitir su respeto a la "opinión" de todos los ciudadanos, pero insistió en que Galicia seguirá siendo "libre y bilingüe" tras la protesta de hoy. "Que en la manifestación hablen lo que quieran, pero a Galicia no la vamos a inventar porque Galicia es libre y bilingüe", concluyó.

"no hay rectificación"

Por otra parte, Núñez Feijóo incidió en que el decreto no está cerrado y repitió su disposición a escuchar todas las propuestas, con especial atención a instituciones como la Real Academia Galega (RAG), de cuyo informe aseguró respetar "algunas cuestiones" mientras que en otras dijo tener "su propia opinión".

Eso sí, advirtió de que mientras él presida Galicia, la RAG siempre será consultada en cuestiones relativas al gallego, con independencia de que su valoración no coincida con la postura de la Xunta. "La RAG no pudo ser contundente con el decreto del bipartito porque no se lo presentaron", resaltó.

En la línea, insistió en que las instituciones que no actúan movidas por partidismo ni en función de quien gobierne han insistido en esta fase de alternativas en la importancia de que se garantice el "equilibrio" entre gallego y castellano, una propuesta que no sólo es "admitida" sino "compartida" por la Xunta.

"Ese es el gran punto de encuentro, si después hay matices sobre quien tiene que decidir qué asignaturas se imparten en cada idioma, los estudiaremos", dijo y negó que ayer, cuando se abrió a aceptar un bilingüismo "al 50% de gallego y castellano" en las aulas hasta que se introduzca el inglés, estuviese "rectificando". "En todo caso una aclaración", matizó.

De hecho, subrayó que este "bilingüismo equilibrado" y la paridad entre las dos lenguas oficiales de la comunidad ya está "en las bases del decreto", que recoge la posibilidad de "repartir" entre gallego y castellano el tercio de horas lectivas reservado para el inglés en el caso de los centros que no puedan cumplir este punto. Con todo, reiteró que el trilingüismo es una "ambición colectiva" a la que hay que aspirar.

Elección de los padres

Sobre uno de los aspectos más polémicos del decreto, en relación a al derecho de los padres a opinar y elegir sobre la lengua en la educación, recordó que su Gobierno está abierto a todas las propuestas y no descartó "estudiar matices" vinculados con esta cuestión.

"Permítame que le conteste al final del proceso", respondió al periodista que le preguntó al respecto, si bien dijo "tener sus dudas" de que los padres "no quieran opinar" o que los alumnos no quieran "recuperar su derecho" a expresarse en el idioma que elijan en las clases. "Hay un mandato de las urnas", añadió

Por último y tras recordar que los profesores opinarán "en el claustro, se reafirmó en el "bilingüismo" de su Gobierno. "Creo en el bilingüismo y no en la inmersión en gallego o castellano porque Galicia es un país libre y bilingüe", concluyó.

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