El principal acusado por el crimen de Cintruénigo, Robinson Perea, fue condenado esta mañana a 18 años de prisión por el asesinato del argelino Djamel Mechahougui, de 37 años, alias 'Philip', en 2007 después de que las partes alcanzaran un acuerdo. Se le condena además a una pena de un año de cárcel por el delito de tenencia ilícita de armas.

La sección tercera a la Audiencia Provincial de Navarra tenía previsto iniciar esta mañana la vista oral por el juicio del crimen de Cintruénigo, con once acusados en el banquillo por la muerte el 23 de octubre de 2007 de Mechahougui por un ajuste de cuentas por tráfico de drogas, una vista oral que no llegó a celebrarse al alcanzarse un acuerdo entre las partes, aceptado por todos los acusados. No cabe recurso.

Dicho acuerdo rebaja las penas de los once procesados. El principal acusado, Robinson Perea, ve rebajada su condena a 18 años de cárcel como autor de un delito de asesinato frente a los 23 iniciales solicitados por la fiscal. Por el delito de tenencia ilícita de armas es condenado a un año de prisión cuando inicialmente se solicitaban 15 meses.

A quince años de prisión como cooperadores necesarios de asesinato son condenados Álvaro Ramón Padilla, que también es condenado a tres años de cárcel por un delito contra la salud pública, y Eliezer Nicolás Pérez, sentenciado también a 9 años de cárcel por tráfico de drogas. Pedro Andrés García, a quince años como inductor de asesinato, a 3 años por un delito contra la salud pública y a 12 meses de cárcel por tenencia ilícita de armas.

También por asesinato, en este caso como cómplices, fueron hoy condenados Camilo Arturo Soto, a 10 años de cárcel, Andrés Arley Preciado, a siete años y seis meses de prisión, la misma pena que Jhon Jairo Valencia.

Por delitos contra la salud pública recibieron penas Cosme Rafael Hernández, tres años de prisión; Liliana Eslava, dos años de cárcel; Isabel Beatriz Brizuela, 18 meses, y Beatriz Pascual, un año de cárcel.

Durante la sesión que se celebró para dar a conocer el acuerdo, que se prolongó diez minutos, dos de los acusados mostraron su arrepentimiento. Eliezer Nicolás Pérez, señaló que se "arrepiente" de "todos los hechos que han pasado" y Pedro Andrés García, quiso mostrar su "arrepentimiento a la familia del fallecido".

Según relata el Ministerio fiscal en su escrito, en 2007 la Guardia Civil inició una investigación en la zona de la Ribera de un grupo de personas que se dedicaban al tráfico de estupefacientes. En septiembre de ese año en una discoteca de Cintruénigo la víctima fue agredida por varios de los procesados por una deuda por asuntos de drogas.

Tres de los acusados, añade la fiscal, "decidieron acabar con la vida de 'Philip' esperando no pagar la deuda que habían contraído con él y apoderarse del dinero que sabían que guardaba en casa". "Además con la muerte de 'Philip', Álvaro R. Padilla podría asumir el puesto que aquel ocupaba en el mundo del tráfico de droga", expone el escrito.

Para conseguir su propósito, uno de ellos se puso en contacto con otros dos de los hoy acusados para decirles que 'Philip' quería "acabar con la vida de todos ellos por lo que era mejor que fueran ellos los que terminasen con la vida de éste". Contrataron a un 'sicario', Robinson Perea, con el fin de "acabar con la vida de 'Philip'" para lo que le ofrecieron 5.000 ó 6.000 euros "sin que conste si finalmente llegó a cobrar dicho dinero".

Según la fiscal, se hicieron además con un arma, por la que pagaron 1.200 euros, y que escondieron en casa de uno de los condenados en Calahorra. En los planes estaba matar a 'Philip' antes del 24 de octubre ya que al parecer ese día había que devolverle un kilo de cocaína. "Decidieron matarlo la noche del 22 al 23 de octubre de 2007".

Una vez que Robinson aceptó matar a 'Philip', los procesados se desplazaron en dos coches a Cintruénigo, donde tuvieron lugar los hechos pasada la medianoche. La víctima recibió dos disparos, que le causaron heridas de gravedad, de las que falleció el 25 de octubre.