El corazón de la ciudad y parte del campus han estrenado la que probablemente se convierta en la iluminación del futuro: los leds. Proporciona una luz más blanca y no tan anaranjada como las farolas actuales, con mejor visión nocturna de colores y formas. Es menos contaminante y con un consumo mucho más bajo de energía.

El Ayuntamiento ha instalado esta tecnología en la recién remodelada plaza de la Muntanyeta y ahora también en la avenida de Maissonnave, con un presupuesto de 117.000 euros financiado en un 50% con subvención de la Agencia Valenciana de Energía. Progresivamente, la iluminación convencional de otros espacios públicos del centro se sustituirá por led, según anunció ayer la portavoz del equipo de gobierno, Marta García Romeu.

Menos CO2

Las ventajas de esta nueva luz para el medio ambiente y también para el bolsillo, a medio y largo plazo, pese a su precio inicial más elevado, son numerosas.

Reducen el consumo energético en un 55%, además de rebajar a la mitad las emisiones a la atmósfera de dióxido de carbono (CO2) y azufre (SO2), explican fuentes de la Universidad. También se evita la contaminación lumínica de las farolas de vapor de sodio tradicionales, ya que permite dirigir la luz para iluminar únicamente la zona deseada.

Las 47 luminarias del campus, suministradas por la empresa Lidolight Saving Energy SL, al igual que las de la Muntanyeta, se han instalado en el perímetro del edificio y de las nuevas naves de los Servicios Técnicos de Investigación de la Universidad, un inmueble integrado en el Parque Científico, zona de crecimiento del campus.

Las farolas empleadas en esta zona gastan 2.286 euros al año en energía frente a los 4.907 de las convencionales. Así pues, la Universidad ahorrará 2.620 euros anuales sólo con estas 47 unidades. Y tienen una vida útil de más de 10 años, frente a los dos de las actuales.