Los hechos ocurrieron el 31 de enero de 2007 sobre las 09.30 horas cuando el acusado fue visto por un policía junto a otra persona —no identificada— en la avenida Severo Ochoa de dicha localidad, donde se había desplazado a bordo de un turismo que le habían dejado prestado.

En ese momento, la persona no identificada tenía en sus manos una tableta, que le había entregado el acusado, de una sustancia de idénticas características a las dos que le fueron intervenidas al procesado en el cacheo, que resultaron ser 199,68 gramos de hachís. Además, también llevaba 3,30 gramos de cocaína, según la sentencia.

Además, al procesado se le intervino en uno de los bolsillos de la chaqueta la cantidad de 1.680 euros —en billetes de 50 y 10 y moneda fraccionada por valor de 26,40 euros— procedentes del ilícito comercio de la venta de hachís a terceras personas, apunta dicha resolución, a la que tuvo acceso Europa Press.

Así, se le condena por un delito contra la salud pública en la modalidad de sustancia que no causa grave daño a la salud, al estimar la Sala que los 3,30 gramos de cocaína, por su escasa cantidad, puede ser para el consumo propio, puesto que su adicción fue corroborada por informes médicos.

Por eso, queda absuelto por un delito contra la salud pública de sustancia que causa grave daño. Asimismo, la sentencia considera "estéril" el planteamiento de la necesidad de consumo para moderar la dolencia del síndrome de la Apnea, puesto que los casi 200 gramos de hachís ocupados serían para traficar.