Los hechos se remontan a finales del pasado mes de diciembre. En concreto, el día 30 una llamada alertó a la Sala de 091 de la aparición de un cadáver en la trasera de un convento existente a la entrada del barrio de Echavacoiz.

Hasta el lugar se desplazaron agentes, que realizaron una inspección técnico policial tanto del cadáver como de la zona y, según la Policía, no pudieron apreciar en los hechos signos externos de violencia ni la participación de terceras personas, "ya que únicamente se apreció en el cadáver una magulladura en la frente, aparentemente fruto de una raspadura contra el suelo en que se encontraba tendido".

Fue durante el desarrollo de la autopsia cuando se apreció en el cadáver una fractura craneal 22 centímetros ocasionada por un impacto "en una zona que en la que difícilmente pudiera haberse producido por caída sino más bien por un golpe producido por otra persona y que fue la que causó la muerte".

De las investigaciones llevadas a cabo se supo que el fallecido había estado bebiendo en los bares de las inmediaciones desde las siete de la tarde hasta bien entrada la noche en compañía de un vecino del barrio. Ambos fueron vistos tumbados a primeras horas de la noche en la zona en la que apareció el cadáver, por lo que tras ser identificado y localizado se procedió a su detención.

El detenido fue puesto a disposición de la autoridad judicial junto al atestado policial instruido. Se decretó su ingreso en prisión.