Según informa el CEP en un comunicado de prensa esta falta de medios es la "expresión más dramática de los efectos de una crisis económica que afecta directamente a la calidad de un servicio, el de protección y seguridad, de máxima importancia para la sociedad de esta provincia y la defensa de su bienestar e intereses comerciales". Este sindicato señala que la precariedad afecta ya tanto al material de oficina de uso diario como a los vehículos, vestuario o inmuebles.

En este sentido, y a título de ejemplo, el CEP habla de la ausencia de papel y cartuchos de tinta de las impresoras, sumado a que "cuando se estropean no son arregladas, provocó una insólita situación en la Comisaría de Sur de Tenerife, en donde el pasado 12 de diciembre no hubo ni uno de estos aparatos que funcionara, siendo imposible recibir o tramitar las denuncias que interponían los ciudadanos hasta que los propios policías, realizando una cuestación entre los integrantes de aquel turno de trabajo, acudieron a un comercio para comprar una impresora nueva".

Otro de los ámbitos en donde la prolongación de la crisis está afectando a la calidad del servicio policial es en lo relativo a vehículos. "Hay pocos —la escasez en la Comisaría Sur es extrema, especialmente en lo relativo a turismos camuflados—, no hay dinero para reparar o sustituir los que se estropean y las consecuencias de estas deficiencias provocan que algunas unidades, como la Brigada de Extranjería y Fronteras, hayan tenido que trabajar sin disponer de coches o que, esta vez en lo relativo a Seguridad Ciudadana, se haya tenido que patrullar a pie", alerta el CEP.

La Confederación Española de Policía agrega que en otras plantillas el problema es justamente el inverso: sí hay vehículos pero no personal suficiente. Es el caso de Santa Cruz de la Palma, cuyas calles no pudieron ser patrulladas durante algunos días de noviembre y diciembre del año pasado por la ausencia de personal.

Sin uniformes

A las carencias en material de oficina, vehículos y personal añaden la ausencia de dinero para los uniformes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de Santa Cruz de Tenerife, cuyo trabajo es de máxima relevancia para la defensa de la seguridad de los vecinos, o la imposibilidad de recibir recambio para las prendas de los policías de Santa Cruz de la Palma.

Finalmente, el CEP recuerda que los inmuebles destinados para las Comisarías del Puerto de la Cruz y de Distrito Norte, en Santa Cruz de Tenerife, presentan tales deficiencias que impedirían superar cualquier análisis riguroso de calidad o sometimiento a la legislación sobre prevención de riesgos laborales. Defectos que, en el caso de la Comisaría de Tres de Mayo, afectan a su capacidad para albergar a la Unidad de Intervención Policial (UIP).

Con una precariedad de medios preocupante, unos policías con restricciones salariales inéditas (los agentes de la última promoción no han cobrado las dietas que les corresponden para pagar su desplazamiento a Ávila y jurar el cargo) y una perspectiva de futuro preocupante, desde la CEP hacen un llamamiento no sólo al Comisario Provincial de Santa Cruz de Tenerife, perfecto conocedor por los cauces establecidos de los pormenores de estas deficiencias y con un margen de maniobra ciertamente limitado, sino también a la Jefa Superior de Policía en las Islas Canarias, Concepción de Vega, y a la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias. En el caso de las dos últimas, su posición y responsabilidad sí permite que intercedan para que estas carencias en un servicio clave para la sociedad tinerfeña encuentren, con carácter de urgencia, una solución, concluye el CEP.