En declaraciones a Europa Press, el galleguista confirmó que dejará el instituto durante la jornada de hoy y que se mudará a su vivienda familiar en Sada (A Coruña), y comentó que en la reunión de mañana habrá "un montón de personas".

De hecho, la asamblea convoca a unos 300 accionistas, a los que Díaz Pardo envió esta semana una carta en la que exponía los motivos por los que considera oportuno no acudir a la cita.

"Renuncio a seguir luchando, seguro de que las responsabilidades vendrán aunque no me encuentren vivo", proclama la misiva. Junto a él, tampoco acudirán a la junta Valentín Paz Andrade y Víctor Rupén, ambos afines a Díaz Pardo en la directiva del IGI.

Este es el último cargo que Díaz Pardo ostentaba en una entidad que depende del Grupo Sargadelos, y en su sede guardaba numerosos documentos como los archivos del Gobierno gallego en el exilio y el patrimonio artístico de su padre.